Erika Barón
El impacto más importante por la Covid-19 lo han sufrido las mujeres y un claro ejemplo de ello es la tasa de desocupación femenina, la cual pasó de 9.6% en 2019 al 12% en 2020, rango mayor a la masculina que sufrió una caída de 2.7 puntos porcentuales.
Lo anterior, aseguró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se debe a que las mujeres están desalentadas y, por si fuera poco, no buscan trabajo porque tienen más trabajo no remunerado en sus hogares.
Impactos
Durante la conferencia magistral: “Construir la sociedad del cuidado para una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad», la experta explicó que la pandemia dejó graves nudos estructurales de desigualdad que atentan contra la autonomía de las mujeres de manera económica, física y política.
“Hay una gran desigualdad socioeconómica y pobreza causada por la división sexual del trabajo, una concentración social del poder, patrones culturales patriarcales y por lo tanto una sobrerrepresentación de mujeres en hogares pobres que a su vez deben registran mayor desempleo y expulsión de la fuerza laboral, informalidad y barreras de acceso a servicios financieros”, explicó.
Resaltó que, además, existe una menor participación en la toma de decisiones, las mujeres son mayoría en la primera línea de respuesta, sobre todo en el sector salud y que, a su vez, propicia un aumento de carga de cuidados, la persistencia y sin dejar atrás agudización de violencia por confinamiento, violencia en redes sociales y el ciberespacio.
Detalló que las mujeres son las más expuestas a la pérdida de empleo y se encuentran en la primera línea de cuidados, pues al menos 56.9% de las mujeres laboran en sectores de más alto riesgo de pérdida de empleo, la informalidad y los bajos ingresos (servicios y comercio) en Latinoamérica y menos del 45% de las empleadas cuenta con acceso a la seguridad social.
Un claro ejemplo de esto es que el sector salud está conformado en un 73.2% por trabajadoras mujeres y la educación 70.4%, una devastadora mayoría pero que no les ofrece un salario igualitario a pesar de tener una carga de trabajo similar a la que tienen los hombres, una diferencia de casi el 30% en salario.
Sin contar que índice de pobreza femenina va a ser mucho mayor tras la crisis sanitaria, aseguró, pues de los 208 millones de personas pobres hoy en día 118 son mujeres, lo que nos deja claro que la mujeres enfrentarán un doble obstáculo; además de bajo ingreso, tienen una falta de autonomía económica; de acuerdo con la CEPAL el 39 % de las mujeres en la región no tiene ingresos propios.
Cabe mencionar que en el primer trimestre de 2021, 1.6 millones de personas perdieron su empleo, de las cuales el 84% del total son mujeres, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Acciones necesarias
Entre las acciones que los gobiernos deben aplicar para resarcir los daños en el 2024 la experta en sostenibilidad aseguró que se deben asignar recursos para políticas de género y para la inversión pública y así asegurar la participación de las mujeres en la recuperación del mundo.
Se requiere, indicó, financiamiento para políticas y servicios clave para la garantía de los derechos de las mujeres como violencia, salud sexual y reproductiva, cuidados y protección social.
Asimismo, se requiere protección al empleo y los ingresos en sectores con alta participación femenina y que fueron afectados por la crisis, como lo son la manufactura, el turismo y el trabajo doméstico remunerado, y con ello asegurar que las reasignaciones o recortes presupuestales no afecten el financiamiento para las políticas de igualdad de género.
También, especificó, es importante invertir en la economía del cuidado y medir efectos multiplicadores en la participación laboral de las mujeres, es decir, una redistribución de tiempos e ingresos.
“Necesitamos acciones afirmativas para la participación de las mujeres en proyectos de inversión en proyectos de inversión de sectores que potencien una recuperación sostenible, intensivos en innovación y tecnología y acceso a compras públicas que prioricen PYMES con participación de mujeres”, resaltó.