La igualdad de oportunidades y el trato igualitario son el núcleo del trabajo decente —el que se realiza con respeto a los principios y derechos laborales fundamentales, permite un ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado, sin discriminación de cualquier tipo—; sin embargo, las disparidades en el mercado laboral entre hombres y mujeres continúan. Pese a esto, por primera vez se ha visto un avance en el aumento del número de mujeres con trabajo en México.
Durante el cuarto mes del 2022 se integraron más mujeres que hombres al mercado laboral del país. En relación con el mes previo, 610 mujeres ingresaron a la población ocupada, en comparación con el ingreso de 428 hombres, de acuerdo con la información del portal El Economista.
Aunque aumentó la inserción de las mujeres al mercado del trabajo, debemos preguntarnos si estas cifras llegan a ser positivas o negativas porque aunque existan más oportunidades, las mujeres se enfrentan a distintas problemáticas una vez que comienzan a trabajar.
¿Cuál es el panorama de las mujeres con trabajo en México?
Pese a los avances para sumar a más mujeres a la economía, los cambios han sido lentos y ellas enfrentan condiciones poco equitativas en el mercado laboral, situación que frena el potencial económico de México.
De acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), tan solo en 2021 el 77% de las mujeres trabajaba más para ganar lo mismo que los hombres desempeñando las mismas funciones. A nivel mundial, México ocupa el lugar 33 entre los 37 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con mayor brecha salarial de género, muestra de las condiciones laborales imperantes en el país.
Además, cuando las mujeres ya están inmersas en una industria, se enfrentan a la falta de crecimiento dentro de la empresa. Son muy pocas las mujeres que tienen un rango de poder en México.
Podemos hablar de cuotas de género, de la participación que se tiene, pero cuando se habla de posiciones de poder es una historia distinta
Valeria Moy, Directora General del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Aunado a eso, las mujeres llegan a ser discriminadas con mayor frecuencia, tienen trabajos de alta vulnerabilidad y pueden ser acosadas por sus propios compañeros y jefes.
Ante esta problemática, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha buscado encontrar el equilibrio entre mujeres y hombres para entrar el mercado laboral, ya que lo considera fundamental para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.
La equidad laboral es un punto importante de la la agenda de trabajo decente de la OIT y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) los cuales buscan garantizar la igualdad entre los géneros, el empoderamiento de las mujeres y la promoción del crecimiento económico inclusivo y sostenible.
Conociendo el panorama de las mujeres trabajadoras en el país, es necesario que el sector privado tome esta problemática como propia y se comprometan a impulsar y garantizar mejores condiciones para ellas.
¿Cómo puede la iniciativa privada mejorar las condiciones laborales de las mujeres?
Las empresas en México tienen la obligación de brindar las mismas oportunidades a mujeres y hombres, de esta forma se potenciará el desarrollo de sus trabajadoras y trabajadores al mismo tiempo que se incrementa el valor de las organizaciones.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que más mujeres se sumen a la economía se traduce en beneficios como:
- Autonomía económica para ellas.
- Ahorro y mayores ingresos para los hogares.
- Mayor rentabilidad para las empresas.
- Crecimiento económico para México.
Para lograr la equidad de género en el mundo laboral es necesario focalizar esfuerzos e impulsar acciones que puedan servir para construir un país más incluyente y, por ende, más competitivo. De esta forma se logrará tener condiciones óptimas para que ellas entren, permanezcan y crezcan en el mercado laboral.
Algunas de las acciones que puede realizar las empresas para garantizar este equilibrio son la realización de estudios de la brecha salarial; incrementar la representación de mujeres en puestos de liderazgo; implementar acciones para apoyar a madres y padres trabajadores; prevenir y responder al acoso, hostigamiento y violencia de género; y diversificar la cadena de suministro.
¿Tu empresa ha implementado alguna de estas acciones?