Mujeres trabajadoras, la mejor inversión

Las mujeres trabajadoras constituyen un porcentaje de la población activa del mundo en franco crecimiento; se considera que las mujeres representan 46% del total de la fuerza laboral actual.

En los mercados emergentes, la mayoría de ellas son trabajadoras autónomas, con sueldos bajos e irregulares.

En los países latinoamericanos, por ejemplo, donde existen muchos trabajadores migratorios, las mujeres quedan rezagadas para cuidar a sus familias, tomando empleos como peluqueras, artesanas, proveedoras de catering y proveedoras de cuidado infantil.

Estas mujeres trabajadoras a menudo son parte de la economía informal, donde venden lo que producen en los mercados informales. Con el objetivo de ayudarlas a formar parte de la economía formal, el INSEAD (Institut Européen d’Administration des Affaires) creó recientemente el programa ‘10,000 Mujeres’.

«Ésta es una oportunidad increíble para ayudar a las mujeres trabajadoras a que sean parte de la economía real», dice Lourdes Casanova, profesora de Estrategia del INSEAD y miembro de la iniciativa global para instruir a mujeres trabajadoras de países en desarrollo en habilidades básicas de negocios.

En marzo de 2008, Goldman Sachs dio inicio al programa. El banco de inversión donará 100 millones de dólares (o 1,000 dólares a cada una de las 10,000 mujeres) en un lapso de cinco años.

El dinero ayudará a mejorar las habilidades empresariales de las mujeres trabajadoras en 16 países, brindándoles acceso a una educación de calidad mundial en el área de negocios y administración.

Las estudiantes se inscriben en programas certificados, que son diseñados localmente y que pueden durar de cinco semanas a seis meses. Estos programas incluyen cursos como marketing, contabilidad, estudio de mercado, elaboración de un plan de negocios, planeación estratégica, acceso al capital y comercio electrónico.

Alianza entre líderes

La iniciativa ‘10,000 Mujeres’ está basada en investigaciones realizadas por Goldman Sachs, el Banco Mundial y otros organismos que sugieren que este tipo de inversión puede no sólo aumentar los ingresos e incrementar los negocios de las mujeres, sino también promover familias más sanas y mejor educadas, y comunidades más prósperas.

Además del INSEAD, participan en el programa más de 30 de las principales escuelas de negocios del mundo, como Harvard Business School, Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, Said Business School de la Universidad de Oxford, Indian School of Business, School of Economics and Management de la Universidad de Tsinghua y Fundaçao Dom Cabral en Brasil.

Los socios no académicos que forman parte del programa ‘10,000 Mujeres’ son Ashoka, Vital Voices y el Centro Internacional de Investigación sobre Mujeres (ICRW, por sus siglas en inglés).

El INSEAD participa en el programa junto con Fundaçao Dom Cabral, con la cual ya tiene una sociedad. Mientras la primera institución ayudará a planificar el contenido y la organización del programa, la fundación brasileña dictará los cursos en portugués.

El INSEAD también realizará dos estudios de casos de este programa.

Fuerte demanda

En todo el mundo las mujeres han tenido un gran interés en ingresar al programa. La primera clase en Brasil tuvo 800 postulantes para 80 puestos. Cien mujeres brasileñas ingresaron el primer año al programa, que comenzó en noviembre.

El programa es gratuito para las mujeres seleccionadas. En Brasil se elegirá un total de 500. Como requisito, las candidatas tienen que haber estado a cargo de sus propios negocios por dos años como mínimo y haber finalizado la escuela secundaria.

Debido a que solamente 14% de los empresarios brasileños tienen títulos universitarios y 30% todavía no ha terminado la escuela primaria, el programa no está limitado a mujeres con títulos universitarios y conocimientos de la lengua inglesa.

«Queremos provocar un impacto en estas mujeres, la mayoría de las cuales nunca soñó con acceder a una educación brindada por una escuela prestigiosa», dice Casanova.

Sin duda, el programa ‘10,000 Mujeres’ tendrá un impacto significativo en la vida de las mujeres empresarias seleccionadas, así como también en sus familias y comunidades en Brasil y otros países en vía de desarrollo de todo el mundo.

Sin embargo, sus efectos pueden tener un mayor alcance. Si bien el programa está destinado a mercados emergentes, también crea sociedades entre escuelas de negocios en Europa y Estados Unidos y escuelas de mercados emergentes. A medida que estas sociedades se desarrollan y fortalecen, las escuelas tendrán mucho para aprender una de la otra.

Además, el programa plantea una gran cantidad de preguntas acerca del rol de las escuelas de negocios en la actualidad.

«En Estados Unidos y Europa, esto nos obliga a hacernos algunas preguntas interesantes», dice Casanova.

«¿Cuál es la finalidad de una escuela de negocios? ¿Es sólo educar a la élite? ¿Cuál es nuestra contribución a la sociedad, ya que también en nuestros países existe este tipo de público? ¿Y qué valor le damos al éxito?».

A veces, para muchas mujeres empresarias, el solo hecho de sobrevivir es un éxito suficiente.

Fuente: Revista Expansión CEO, p 88-90
Articulista: Rob Golsmith/Insead Knowledge
Publicada: Noviembre 2010.