Salarios más bajos que un hombre y una esperanza de vida mayor, ponen en desventaja a las mujeres en materia de pensiones, según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y especialistas.
Mientras los hombres tienen una esperanza de vida de 76.9 años, las mujeres pueden vivir hasta 82.4 años.
Sin embargo, el salario promedio de un empleado hombre que trabaja en zonas urbanizadas es mil 364 pesos mayor al que percibe una mujer que tiene las mismas características, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo al tercer trimestre de 2015.
A esto se suma que el dinero que acumularán las mujeres en su Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) para mantenerse en su vejez será menor al de un hombre, como resultado de un menor tiempo cotizando a la seguridad social.
En muchos casos, las mujeres suspenden sus actividades por algunos periodos para dedicarse a sus hijos, según Cristina Laurell, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
«Muchas mujeres pueden dejar el trabajo varios años para dedicarse a atender a su familia y con ello dejan de cotizar y acumular dinero para la pensión», comentó.
Incluso, hay mujeres que dejan de cotizar y el resto de su vida se emplean en la informalidad, dejando al olvido su ahorro de pensión.
Aún con estas complicaciones, las mujeres tendrán que estirar su ahorro para financiar los años que les reste vivir o ahorrar de forma voluntaria.
Una trabajadora que cotiza al IMSS, de 40 años de edad, con 19 años cotizando y con un salario de 10 mil 570 pesos, debe ahorrar 2 mil 961 pesos al mes para que en su vejez tenga una pensión mensual de 9 mil 514 pesos, estando en la Afore SURA, la de mayor rendimiento, según la calculadora de la Consar.
Sin embargo, aunque 39 por ciento de las cuentas de Afore de trabajadores del IMSS son mujeres, no todas tienen esta capacidad de ahorro, destaca Rosa María Farell Campa, analista de pensiones.
«Al percibir un salario más bajo que los hombres, las mujeres tienen más dificultad para llevar ahorro voluntario a su pensión, muchas son madres solteras y están muy apretadas en su gasto», comentó.
Lo mismo sucede con las trabajadoras del ISSSTE, pues 45.8 por ciento de las cuentas de Afore son de ellas, de las cuales 57.8 por ciento tienen menos de 36 años.
Carlos Ramírez, presidente de la Consar, destacó que la informalidad en México, tiene un rostro más de mujer que de hombre.
«En términos de capacidad de ahorro, es posible que las mujeres tengan menos capacidad de ahorro y sean menos conscientes del riesgo que están corriendo para el futuro», comentó el funcionario.
«Probablemente desde el punto de vista de la política pública habría que focalizar más los esfuerzos en materia de ahorro para el retiro de las mujeres».
Carlos Marmolejo, vicepresidente de operaciones de la Consar, destacó que el próximo año, la Comisión realizará programas piloto de ahorro voluntario por género para distinguir cómo reaccionan hombres y mujeres a ciertos estímulos.
Fuente: Reforma
