En la actualidad son más mujeres las que se están sumando al mercado laboral, porque también son más empresas las que están eliminando la brecha laboral y contribuyen al empoderamiento de la mujer.
Sin embargo, todavía hay mucho por hacer. Recientemente, el Colegio de México, (Colmex), lanzó los resultados de un estudio que elaboró en donde se que concluye que al terminar la semana una mujer labora 13 horas más que el hombre. Esto se debe a que las mujeres también dedican tiempo a labores domésticas.
La brecha de género en el trabajo del hogar disminuye cuando las mujeres trabajan fuera del hogar. Sin embargo la desigualdad entre hombres y mujeres permanece cuando se separan las labores de la casa: los escasos hombres que están dispuestos a colaborar lo hacen en las labores de cuidado -principalmente de los hijos y los adultos mayores-, pero no en las domésticas.
En una entrevista para Animal Político, Brígida García, autora del estudio dijo que:
“Los estudios que hemos hecho demuestran que los pocos varones que están participando lo hacen más en el cuidado y nunca en el trabajo doméstico, porque es lo que no quieren hacer. Cuidar a los hijos sí, llevarlos a la escuela sí, colaborar con la gestión sí, pero lavar y planchar no”.
El estudio que realizaron los investigadores se enfocó principalmente en ocho actividades del hogar para la medición femenina y masculina:
- Atención a personas con discapacidad.
- Atención a personas enfermas.
- Atención a niños menores de seis años.
- Atención a niños de entre seis y 14 años.
- Atención a personas mayores de 60.
- Hacer las compras para las comidas y la limpieza.
- Cocinar y servir alimentos.
- Limpiar, lavar y planchar.
Cocinar, limpiar, lavar y planchar son actividades en las que hay mayor brecha de género, según la Encuesta Intercensal del Instituto Nacional de Geografía (INEGI).
Con los resultados de la encuesta, García y Rodríguez identificaron zonas de alta y baja desigualdad entre hombres y mujeres en el trabajo doméstico.
La brecha de género es mayor en la zona centro-sur del país en cuanto a cocinar y servir alimentos; mientras que limpiar, lavar y planchar son actividades preponderantemente femeninas en el norte, con excepción de Chiapas.
La brecha de género es mayor en la zona centro-sur del país en cuanto a cocinar y servir alimentos; mientras que limpiar, lavar y planchar son actividades femeninas en el norte.
En este mapa podemos ver las zonas más claras son las de menor desigualdad y las más oscuras, donde la brecha es mayor.
Según Animal Político, el investigador Mauricio Rodríguez presentó el estudio y explicó que en el empleo remunerado los hombres trabajan casi 50 horas a la semana y las mujeres alrededor de 36; sin embargo, al sumar el tiempo de las actividades no remuneradas, resulta que las mujeres trabajan mucho más que los hombres.
En promedio, ellas trabajan 13 horas a la semana más que ellos, es decir, alrededor de dos horas diarias, pero este dato es resultado del promedio de todos los tipos de empleo: de medio tiempo o completo, formal, informal, todo tipo de trabajo por el que reciban una paga.
Para Rodríguez, cuando las mujeres se incorporan al mercado laboral, «lo más probable es que se repartan a otras mujeres dentro de la familia: a las abuelitas, hijas o tías. El trabajo de casa también se incrementa para los hombres pero no en la misma medida. Y también hay otras que van a poder subcontratar el trabajo doméstico”.
“Cuando un hombre está cuidando a sus hijos generalmente está jugando con ellos o llevándolos a la escuela, y cuando una mujer lo hace los baña, los alimenta, entre otras actividades más demandantes”, señala el demógrafo.
La labor de cuidar a otra persona es más complicada que hacer la limpieza, sin embargo tiene un reconocimiento social distinto:
«Un hombre cuidando a su hijo es algo positivo, mientras que limpiar es una tarea típicamente menospreciada. Hay una connotación de servidumbre en el trabajo doméstico que no está en el trabajo de cuidado. El de cuidado es apoyo, crecimiento, y el trabajo doméstico es ‘de indígenas’, ‘de inmigrantes’, nadie quiere hacerlo”, puntualizó la socióloga.
Cabe mencionar, que el estudio también dice que los hombres que son menores de 40 años y tienen una escolaridad como el bachillerato o superior, son los más dispuestos a colaborar con las tareas de casa.