En Francia, uno de los objetivos que se tiene en todo el país es erradicar la brecha salarial de género en las empresas francesas. Ellas tendrán como límite tres años para realizarlo. En ese país, actualmente los hombres ganan un 9% más que las mujeres, y aunque se ha exigido el mismo salario por el mismo trabajo, esta situación no ha cambiado.
De acuerdo con algunos planes, las empresas que cuentan con más de 50 empleados deben tener un software especial conectado directamente a sus sistemas de nómina para monitorear las brechas salariales injustificadas.
Este procedimiento será necesario en todas las empresas, sin embargo, si una empresa no logra eliminar una brecha salarial detectada por el software durante tres años, los inspectores del trabajo podrían imponer una multa de hasta el 1% de la factura salarial de la empresa.
“El software no es una varita mágica, pero revelará ciertas diferencias en la paga entre hombres y mujeres”.
Por si fuera poco, las empresas también tendrán que ser más transparentes con respecto a sus diferencias salariales de género: se les exigirá publicarlas en sus sitios web e internamente los sindicatos tendrán acceso a los datos por rol de trabajo y antigüedad.
De acuerdo con Jean-Michel Pottier, vicepresidente de la federación de pequeños empresarios de CGPME, “la carga adicional no debe ser contraproducente, desactivando a los empresarios”.
Los inspectores de Trabajo ahora tendrán más tarea, ya que se intensificarán los controles y de los 1.700 anuales que se hacen ahora se pasará a 7.000 solo para comprobar que se cumple la igualdad salarial. Además, las compañías tendrán que hacer público el desfase de sueldos a partir del año que viene.
Cerrar la brecha salarial
Francia todavía tiene mucho por hacer para cerrar la brecha salarial que hay en su país. En ese lugar, a la mujer se le percibe todavía como menos competente, más si se trata de un puesto de responsabilidad.
Es por eso que es necesario hacer un cambio en la mentalidad de la sociedad
Por otra parte, la precariedad profesional de la mujer sería un segundo factor. En este caso es estructural y está ligado a la organización del trabajo. En el país sucede que las empresas recurren abusivamente al medio tiempo.
El “78% de este tipo de puestos son ocupados por mujeres a pesar de que un tercio de ellas quisieran tener un trabajo a tiempo completo”.
Según cifras de la oficina europea de estadísticas Eurostat, por cada euro ganado por un hombre en la Unión Europea (UE) en 2016, un mujer ganó de media 0,84 céntimos.
Como en otros países, en Francia la desigualdad laboral obedece a múltiples factores –el 80% de los contratos a tiempo parcial los ocupan mujeres y en el caso de las diplomadas el desfase salarial es aún mayor.
La discriminación es inconsciente porque es fruto de años de sexismo ordinario en los que se daba por hecho que el sueldo de la mujer era solo una ayuda al de los hombres.
