El largometraje se nutre de sus historias de vida contadas por ellos mismos, e inevitablemente relacionadas con la exclusión, dice Antonio Cordero
El propósito es generar interés por ellos y su cultura, aunque sea por morbo o curiosidad, y así combatir la discriminación, afirma el director
El largometraje documental Música ocular, la primera película en el mundo con diálogos únicamente en lenguaje de señas, actuada por personas sordas, se estrena hoy en varias salas de la ciudad de México.
El filme, dirigido por José Antonio Cordero y producido de manera independiente por Sachiko Uzeta, es un homenaje a la lengua de señas y su similitudes con el lenguaje cinematográfico, pero sobre todo pretende ser una herramienta social y cultural en la que, por primera vez, los sordos de México se reconozcan en la pantalla mediante historias y emociones similares a las suyas.
En entrevista, el cinerrealizador explicó que uno de sus propósitos al realizar esta cinta, protagonizada por un grupo de jóvenes sordos que viven en las costas de Oaxaca, fue darles la posibilidad de hacer su propia película, además de sensibilizar a la población en general sobre la no discriminación. Una señal de integración para la población sorda, que en nuestro país alcanza poco más de un millón de personas.
José Antonio Cordero confesó que el propósito de Música ocular es generar interés por las personas sordas y su cultura, aunque sea por morbo o curiosidad, es lo que buscamos y con ello contribuir a combatir la exclusión y la discriminación, aunque sé que el cine no puede cambiar al mundo, estoy convencido de que puede modificar conciencias e individuos, apuntó.
Música ocular es resultado de un proceso de más de tres años en el que el equipo de filmación trabajó con los jóvenes sordos egresados de la Asociación Piña Palmera AC, basada en Zipolite, Oaxaca. Durante ese tiempo, ellos y su profesor, Moisés Zúñiga, trabajaron una especie de taller de cine con José Antonio Cordero, y poco a poco fueron creando en conjunto las historias a filmar: de tal forma que ellos no son sólo los protagonistas sino, en gran medida, también los escritores de este largometraje.
Sobre esta experiencia, Cordero precisa: Conocí a Érik, el protagonista del filme, y me di cuenta de que no podíamos comunicarnos, pero que no se trataba de un problema de él, sino mío, por no entender su lenguaje de señas; después de aprenderlo descubrí que tiene muchas similitudes con el lenguaje cinematográfico, es totalmente visual y secuencial; es decir, se pueden contar varias cosas al mismo tiempo.
Después de conocer a Érik y a sus amigos, el cineasta emprendió una investigación e impartió un taller de cine para que este grupo de jóvenes construyera sus historias y con ellas realizara cortos de ficción basados en sus fantasías y sueños.
Cordero recordó que cuando les compartió a estos jóvenes su intención de hacer el filme, ellos se entusiasmaron, hicieron bromas y aceptaron sumarse al proyecto sin más. Los sordos son actores naturales, así que fuimos descubriendo juntos, en el camino, las historias que se cuentan.
Música ocular es un documental contado en lenguaje de señas mexicano, donde se pone de relieve la cultura generada por personas sordas que lo han aprendido.
Los protagonistas son Érik, Dalila, Elizabeth, Miriam, Chucho y Mauricio, quienes pasan los días elaborando la materia de la que estarán compuestas sus historias, que hablan del amor, la educación, anhelos y miedos.
El cineasta compartió: Decidí que la manera de involucrar a mis protagonistas en una película era no diciendo lo que yo quería, ni denunciado, sino que ellos lo dijeran, porque sus historias de vida están inevitablemente relacionadas con la exclusión.
Es por ello que Dalila comparte sus deseos de ir a Estados Unidos a buscar nuevas oportunidades de trabajo; Érik narra cómo sus padres le prohibían aprender el lenguaje de señas porque deseaban que hablara, mientras Elizabeth habla de su anhelo por ir a la universidad y convertirse en maestra del lenguaje de señas.
La intención de todo sus creadores es que a través de su exhibición en salas se multiplique exponencialmente la emoción de los, hasta ahora, pocos espectadores sordos que en proyecciones de prueba han visto Música ocular y se han manifestado en frases como: “Es la primera vez que entiendo una película…”
Finalmente, Cordero señaló que tras su estreno en esta capital, buscará entablar acuerdos con asociaciones e instituciones como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) para continuar con la distribución de la película.
Música ocular se estrena este viernes en foros como la Cineteca Nacional, el Centro Cultural Universitario (CCU), Cinemanía Plaza Loreto, La Casa del Cine y Casa de Cultura Raúl Anguiano.
Fuente: La Jornada