Elon Musk compra Twitter y afirma que «no es para ganar más dinero, sino para ayudar a la humanidad». Después de muchos alegatos y auditorías, el empresario al fin pudo estrenar las oficinas de su nueva red social y lo presumió a través de la misma. Esta adquisición se cerró el 27 de octubre de 2022, un día antes de la fecha límite que se estableció en el juzgado de Delaware, Estados Unidos.
Aunque Musk dice que quiere contribuir de manera altruista a través de sus operaciones con Twitter, sus objetivos comerciales se contraponen, puesto que espera aumentar sus ingresos en los próximos 6 años con varios proyectos que podrían resultar cuestionables.
Una red social…. ¿por el bien de la humanidad?
El empresario afirma que realizó esta compra porque «es importante para el futuro de la humanidad tener un sitio en el que convivan distintas formas de pensar y se pueda debatir de forma saludable y sin llegar a la violencia». Esto porque, según sus declaraciones, considera que las redes sociales se han convertido en lugares en los que se genera odio y división social.
En este contexto, es importante recordar el impacto de las redes sociales en distintos ámbitos de la vida pública. Puesto que la interacción que generan puede ampliar los conocimientos de las personas y entretenerlas, pero también moldear las opiniones sobre política y definir el éxito de las marcas.
Entonces, de acuerdo con el multimillonario, si crea un espacio seguro para el intercambio, podría generar un impacto positivo en la sociedad y en el planeta. No obstante, hay varias cuestiones problemáticas en cuanto a la gestión del contenido, ya que si el dueño de Twitter publica: «Después voy a comprar Coca-Cola para ponerle otra vez cocaína», resulta complicado darse una idea sobre sus intenciones. Así, Musk compra Twitter, pero sus propósitos y Responsabilidad Social no son muy claros.
Musk compra Twitter «a la fuerza»
Esta compra ha causado revuelo desde el comienzo de las negociaciones, cuando se pactaron 44 mil millones como precio final. Puesto que Musk trató de salirse del trato en la primera mitad de 2022, pues alegaba que la cantidad real de cuentas falsas no coincidía con la auditoría realizada. Sin embargo, Twitter se negó a ofrecer más datos, ya que eso pondría en riesgo la información de miles de millones de cuentas.
Esto ocasionó que Musk retirara la oferta y, en consecuencia, la red social inició una demanda en su contra para hacer valer una cláusula de penalización por mil millones de dólares. Puesto que, después de la retirada del empresario, las acciones de Twitter bajaron de precio. Y, finalmente, por medio de una disputa legal, Musk compra Twitter.
«Musk aparentemente cree que él, a diferencia de cualquier otra parte sujeta a la ley contractual de Delaware, es libre de cambiar de opinión, destrozar la empresa, interrumpir sus operaciones, destruir el valor de las acciones para los inversores y marcharse».
Twitter.
Musk quiere regular la comunicación
Anteriormente, Elon Musk había declarado que quería deshacerse de la censura que ya se aplica en Twitter, porque «defiende la libertad de expresión». Asegurando que con un algoritmo distinto, si alguna persona no quiere ver determinado contenido controversial puede decidir no hacerlo. Lo cual deja abierta la posibilidad de que los discursos de odio y la desinformación puedan comunicarse a través de la plataforma.
Pero, ahora que Musk compra Twitter se contradice y busca crear un espacio «seguro», afirmando que en esta red social las cosas que se publiquen podrán tener consecuencias, ya que se adherirá a las leyes para regular el intercambio de información. Asimismo, pretende ofrecer una experiencia personalizada de acuerdo con los intereses de cada usuario, como ya hacen aplicaciones como TikTok.
Además, habría que saber qué es para Elon Musk la libertad de expresión y qué es lo que se considera censurable, porque en mayo pasado aseguró que revertiría la prohibición de cuentas como la de Donald Trump, quien solía hacer publicaciones problemáticas. Esto ya que considera que Twitter está «sesgado por la izquierda», y el empresario prefiere la «neutralidad».
Pero, como menciona un usuario, en respuesta a las declaraciones de Musk, «las mentiras sobre las elecciones, las amenazas de muerte y violación, la desinformación científica deliberada y los discursos de odio no son ‘diferentes opiniones'». Considerando esto, aún es una incógnita bajo qué criterios se regulará el uso de Twitter.
Compra Twitter y ¿espera no ganar dinero?
Musk afirma que otra de las causas por las que se ha perdido la capacidad de diálogo en redes sociales es por la necesidad de generar clicks. Lo cual ha llevado tanto a individuos como a empresas a realizar publicaciones que polarizan aún más las opiniones con el único fin de obtener dinero.
Por lo que considera que la publicidad bien hecha y bien dirigida puede entretener e incluso informar: Twitter aspira a ser la plataforma más respetada en cuanto a publicidad, en donde las marcas se fortalecen y las empresas crecen».
Y, si su meta no es conseguir más dinero, ¿por qué quiere quintuplicar los ingresos de esta red social para 2028? Lo cual no solo alcanzaría a través de la publicidad, sino con suscripciones premium, que eliminan los anuncios para los usuarios suscritos, y licencias de uso libre de datos, que podrían poner en riesgo la privacidad de miles de millones de personas.
Esto último también sería problemático si Musk genera un sistema parecido al de WeChat en China, que funge como red social, servicio de mensajería y forma de pagos digitales, porque los datos personales y bancarios no estarían seguros.
Musk quiere hacer demasiadas cosas que se contraponen unas a otras, libertad absoluta y censura legal, datos abiertos y sistema de pagos, «filantropía» y enriquecimiento propio. Es decir, Elon Musk compra Twitter y no tiene claro su objetivo, dado que trató de volver a negociar la compra y fue forzado a completar la adquisición. Así que en los próximos meses se verá si este proyecto fracasa o no, o si simplemente tiene una pizca de responsabilidad social como su nuevo dueño lo afirma.
«Elon Musk overlooking the remains of F9R» by jurvetson is licensed under CC BY 2.0.