Como parte de su ruta de sostenibilidad, el líder en alimentos, Kellogg Company, busca transformar la vida de casi 12 millones de personas ciegas o con baja visión en EE.UU., a partir de la integración de tecnología NaviLens en cuatro de sus marcas de cereales.
La iniciativa que forma parte de la estrategia ESG de Better Days Promise de Kellogg’s que se suma a su compromiso de promover el acceso sostenible y equitativo a los alimentos, abordando la intersección del bienestar, el hambre, la sostenibilidad y la equidad, la diversidad y la inclusión (ED&I) para 3 mil millones de personas a finales del 2030, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Tecnología NaviLens en Kellogg
NaviLens, como lo explica la asociación Aniridia, es «un sistema que permite diferenciar las señales colocadas en sitios concretos. Cada una de estas señales indica, de forma auditiva, en qué dirección debe ir y cuál es la situación de la persona respecto del cartel indicador, además de contener información de todo tipo».
Inicialmente, dicha tecnología se utilizará en los empaques de Corn Flakes, Special K, Rice Krispies y Crispix. El frente y el costado de las cajas de cereal ahora contarán con un código inteligente óptico que las aplicaciones NaviLens y NaviLens Go pueden detectar y leer. La idea es que clientes con esta condición física pueden escanear los pasillos de las tiendas de comestibles usando las cámaras de sus teléfonos inteligentes.
Cuando su dispositivo esté apuntando en la dirección general de un producto que tenga un código NaviLens —que se asemeja a un QR, pero con bloques de color de alto contraste sobre un fondo negro—, sin importar que el usuario esté en movimiento desde una distancia de casi 12 metros, la aplicación brindará a los consumidores la posibilidad de escuchar el nombre del producto, tamaño del empaque e información nutricional, en hasta 36 idiomas.
Charisse Hughes, directora de marca y de análisis de Kellogg, señaló que la compañía trabaja duro para pensar «fuera de la caja» y garantizar que su productos sean accesibles para la mayor cantidad de personas posibles.
«Gracias al arduo trabajo de nuestros equipos multifuncionales, podemos adaptar y aprovechar esta tecnología para asegurarnos de cumplir nuestro propósito: crear un lugar en la mesa para todos».
Charisse Hughes, directora de marca y de análisis de Kellogg.
Impulsando la Responsabilidad Social de las marcas
La iniciativa cobró vida a través de una asociación entre la unidad comercial Ready-To-Eat-Cereal de Kellogg y Kapable, el grupo de recursos para empleados de la empresa que garantiza que la empresa sea un entorno acogedor e inclusivo para los empleados actuales y futuros con discapacidades y sus simpatizantes, según PR Newswire.
Bethany Foor, integrante del equipo de Asuntos Corporativos de Kellogg y copresidenta de Kapable, fue fundamental en el desarrollo de esta iniciativa. Foor tiene el síndrome de Usher, la principal causa de sordoceguera, ante la implementación de NaviLens afirmó que:
«Me siento honrada de poder participar en hacer que algunos de los productos más icónicos de Kellogg sean más accesibles, y estoy agradecida por mis colegas y nuestros líderes que nos ayudan a crear mejores días para las personas ciegas o con pérdida de la visión».
Bethany Foor, integrante del equipo de Asuntos Corporativos de Kellogg y copresidenta de Kapable.
La tecnología NaviLens está impulsando que las personas con discapacidad visual puedan realizar actividades cotidianas de manera más accesible y fácil como la compra de alimentos, por ello, Kellogg también ha anunciado recientemente su compromiso de incorporar este tipo de códigos en todas sus instalaciones corporativas en los EE.UU, para fines de 2030.
Finalmente, no se sabe si NaviLens sea la mejor solución en empaques para personas ciegas, pero es una tendencia que está cobrando fuerza en Europa y EE.UU. en la que las marcas están poniendo la accesibilidad al frente de sus decisiones de diseño y embalaje como catalizador para el cambio hacia una sociedad más inclusiva.