México requiere encontrar un equilibrio que potencie el desarrollo económico en todo el territorio, el cual podría alcanzar gracias al nearshoring. Estados como Nuevo León, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, e incluso la Ciudad de México captaron de 1999 a 2022, más del 50% del total de la Inversión Extranjera Directa (IED). Mientras que Yucatán, Tlaxcala, Campeche, Chiapas y Colima, en el mismo periodo, reunieron menos del 3% del total de la IED recibida.
Ante este panorama, profesores de la Escuela de Negocios, EGADE Business School, la Escuela de Ciencia Sociales y Gobierno y la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey publicaron el libro Nearshoring: retos y oportunidades para la integración y el fortalecimiento de las cadenas globales de valor en México, donde destacan el posicionamiento de nuestro país como un destino clave para la relocalización y ante una coyuntura única que promovería su crecimiento económico.
“Es una realidad que, a corto plazo, México brinda una oportunidad para diversificar geográficamente la manufactura norteamericana, gestionando riesgos geopolíticos, ambientales y tecnológicos. A mediano y largo plazo podría suplir el papel de China como proveedor de manufacturas, generando una demanda excepcional para bienes mexicanos, lo que impulsaría, sin duda, la inversión, producción, crecimiento y desarrollo del país”, comentó el Dr. Osmar Zavaleta, decano asociado de Investigación de la Escuela de Negocios y EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
El libro plantea las condiciones que le dan a México una oportunidad única que lo pondría en una posición real de crecimiento económico en diversas regiones del país. Así por ejemplo, este auge podría dar un avance significativo a sectores productivos como la fabricación de productos metálicos, maquinaria, equipo de cómputo y comunicación, aparatos eléctricos, equipo de transporte y muebles, entre otros.
“Es claro que el nearshoring representa desafíos significativos, como la diversificación regional de los centros de exportación, la articulación de cadenas de valor entre empresas grandes y pymes y el desarrollo de sectores de alto valor agregado. Para ello, se requieren programas de asistencia técnica, transferencia de tecnología, desarrollo de talento, acceso a financiamiento para escalar operaciones de las pequeñas y medianas empresas y, sobre todo, establecer una política industrial coordinada entre el Gobierno, la iniciativa privada y las universidades”, agregó al respecto el Dr. Roberto Durán-Fernández, profesor e investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
Finalmente, los autores coinciden en que el éxito del nearshoring en México dependerá de la solidez de sus instituciones. Aunque la estabilidad gubernamental y la protección de derechos de propiedad son cruciales, el país debe centrarse en la investigación y desarrollo, mejorar la seguridad y fortalecer sus instituciones de investigación para maximizar los beneficios de la IED y mejorar su competitividad global. La llegada de empresas multinacionales al país generará un efecto de nearshoring interno, impulsando la inversión en desarrollo de tecnologías y gestión del talento humano. La publicación de este libro, esencial para entender el fenómeno de la relocalización, ofrece una visión integral, académica y urgente que analiza una oportunidad comercial única para detonar un desarrollo inclusivo, con salarios dignos y perspectiva sostenible para el país. Cabe señalar que el comercio mundial pasó de representar el 25% del PIB mundial en 1970 a casi 57% en 2020, por lo que vive un auge sin precedentes en el que México podría salir beneficiado.