En un estudio sectorial lanzado por la Asociación Brasileña de la Industria Gráfica, Abigraf, a finales de octubre, se registra no sólo la preocupación de los impresores por una mayor productividad, menores costos, mejor calidad de los impresos, agilidad y ampliación del portafolio de servicios, sino también el ejercicio de la responsabilidad socioambiental, en la búsqueda de una producción limpia.
El estudio informa, además, que existen 19.897 empresas impresoras, dueñas de 20.295 plantas, que dan empleo a 276.731 trabajadores formales y que llegaron a consumir 6,5 millones de toneladas de papel en 2008. El parque gráfico brasileño dispone de 71 mil prensas de impresión y 92 mil máquinas y equipos para terminación.
De estas máquinas en operación, 40% tienen menos de cinco años y, por tanto, permiten un uso más eficiente de los insumos. Con todo, la industria gráfica brasileña sigue invirtiendo en maquinaria y equipamientos, registrando compras por US$900 millones en 2008.
La industria gráfica percibió que el empleo de tecnología limpia tiene una excelente relación costo-beneficio para la empresa gráfica y para la sociedad. Y felizmente sus principales proveedores, producen papel a partir de bosques cultivados.
