El desarrollo prioritario de los países ha traído consigo diferentes complicaciones. En el pasado, se entendía por desarrollo el consumo excesivo de recursos naturales.
El resultado: desde 1970, la pérdida de especies se incrementó en 40%; y 35% de los campos pesqueros se consideró sobreexplotado y depredado.
Prácticamente todos los ecosistemas de nuestro planeta han sido transformados por la actividad humana. La utilización de los recursos naturales ha incrementado en alrededor de 140% en los últimos 10 años, sobre todo en países en desarrollo.
Aunque muchas empresas han contribuido en gran medida a la contaminación y la pérdida de recursos naturales, de igual manera son actores clave para evitar la degradación del medio ambiente.
Nuevas legislaciones e incentivos verdes ya están siendo impulsados en todo el mundo en materia de energía, agua, certificaciones y Responsabilidad Social Corporativa (RSC), entre otros. México no será la excepción.
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