Tal parece que Nike seguirá dando de qué hablar en todo el 2018, y es que recientemente se le acusó a la firma de ropa y zapatos deportivos, de discriminación sexual hacia sus empleadas, en su base en Beaverton, Oregón.
Dicha demanda, presentada ante la corte federal de Portland fue exhibida por antiguas empleadas, ahí se le acusa a la multinacional deportiva de discriminar salarialmente a las mujeres, ignorar las alegaciones de acoso sexual e instigar una cultura corporativa donde las mujeres son devaluadas.
De acuerdo con las demandantes, Nike juzga a las mujeres de forma más dura que a los hombres, y esto es muy notorio al tener un menor salarios, menos bonos y menos opciones sobre las acciones.
Además, varias de las trabajadoras se acercaron a Recursos Humanos para denunciar acoso y discriminación, sin embargo, ellas fueron ignoradas o despreciadas, mientras que el comportamiento de los hombres raramente se penalizaba.
A Nike se le acusa de discriminar salarialmente a las mujeres, ignorar las alegaciones de acoso sexual, entre otras cosas…
Una de las personas que demandaron se llama Kelly Cahill, ella estuvo trabajando en el área de marketing de la empresa desde 2004 hasta 2017. Kelly renunció a Nike en 2017 por laborar en un “un entorno laboral hostil», una respuesta inefectiva en recursos humanos a sus quejas y una falta de oportunidades de ascenso por el género”. Actualmente ella trabaja como director of brand communications para uno de los principales competidores de la compañía, Adidas.
No se trata de la primera vez que en la empresa se escucha este tipo de quejas, hace tiempo, la compañía fue señalada de tener un ambiente tóxico. Además se hablaba también de lo común que era discriminar a la mujer, según varios testimonios, Trevor Edwards, brand president y previsible sucesor de Mark Parker, chief executive, humillaban reiteradamente a sus trabajadoras.
Edwards, cuyo puesto era presidente de la marca Nike, controlaba las categorías de productos y las geografías, así como la gestión de la marca. Ser amigo de Edwards fue una manera de ayudar a los hombres a crecer en la organización, mientras que las mujeres no fueron promovidas con tanta frecuencia.
Recordemos que hace un par de meses, el grupo empresarial dijo que altos directivos debían salir de la empresa por la investigación por acoso hacia las mujeres en el trabajo. Entre ellos están, Steve Lesnard, el jefe de carrera en Norteamérica; Helen Kim, que supervisó el este de Norteamérica; Simon Pestridge, director de marketing de las categorías de rendimiento de la empresa; y Tommy Kain, director de marketing deportivo de Nike.
Por ello Nike ahora está tomando medidas para convertirse en un entorno de trabajo más colaborativo, donde todas las voces sean escuchadas, y que será más abierto respecto a los esfuerzos para mejorar la diversidad de su fuerza de trabajo y el progreso hacia los objetivos de igualdad salarial.
Con este tipo de acciones podemos concluir que ni el sector empresarial se salva de acciones que fomentan el acoso o la discriminación hacia el género femenino, sin embargo, lo que sí es necesario, es que cada una de las empresas comience a fomentar la cultura de no discriminación y además impartir cursos para saber qué es el acoso sexual, el hostigamiento y sobre todo qué acciones son las que llevan a ello y cómo evitar este tipo de situaciones dentro y fuera del mundo laboral.