En los últimos meses, Nike ha demostrado que está apostando por reflejar una cultura de inclusión y empoderamiento en cada una de sus campañas, en algunas ha acertado, pero en otras no.
Hace unos meses la marca fue reconocida por el trabajo que hizo al mostrar al ícono de la lucha antirracista Colin Kaepernick, un ex jugador que se hincó para protestar durante la reproducción del Himno Nacional de Estados Unidos.
En este año, Nike decidió que trabajaría con campañas a favor de la equidad de género, la inclusión y la diversidad, por ello ha unido fuerzas con varias mujeres, entre ellas y la más reciente, Paola la “Wera” Kuri, fundadora del proyecto Fut Sin Género, una iniciativa para el trato equitativo de las mujeres en el futbol. Nike la eligió como la nueva cara del empoderamiento porque quiere redefinir el papel de la mujer en el deporte.
Por otro lado, también está Allyson Felix, una de las grandes estrellas del atletismo estadounidense, ella mantenía un contrato que por ahora ya se terminó. Por ello se ha unido a una campaña contra Nike por no ser congruente con lo que dice y con lo que demuestra.
Esto porque según la atleta, Nike le dijo que “soñara en grande”, sin embargo, ella soñó con formar una familia y ser mamá, un hecho que a Nike no le cayó muy bien, tanto que Nike se ofreció a reducirle el sueldo en un 70% tras negociar la renovación de su contrato con la marca que acababa en diciembre de 2017.
Allyson Feliz aceptó pero trató de incorporar una cláusula: “quería que Nike me garantizara por contrato que no me sancionaría si mi rendimiento decaía en los meses inmediatamente posteriores a mi maternidad. Si yo, una de las atletas más consideradas del circuito, no podía garantizarme esas protecciones, ¿quién iba a conseguirlo?”. Desde entonces las negociaciones con Nike están rotas.
“Irónicamente para mí, uno de los factores que me habían decidido a firmar por Nike hace casi una década era el hecho de que creía en sus principios. Podía haber firmado por cualquier otra compañía por menos dinero”.
Al cierre de su texto, Allyson Felix ve luz al final del túnel. Dice que la denuncia va más allá de Nike. “Me refiero a la industria del material deportivo en general”, protesta. Pero añade que firmas como Burton, Altra, Nuun o Brooks han cambiado su punto de vista y ahora ofrecen garantías contractuales a las mujeres deportistas que han tenido hijos. “Y desde hace unos días, Nike también se ha comprometido a cambiar su política de maternidad, anunciando que incorporaría cláusulas para proteger sus salarios durante el embarazo”.
Han contado historias que las atletas sabemos que son verdad pero tenemos demasiado miedo para decirlo públicamente: si tenemos hijos, tenemos el riesgo de que nos recorten (dinero) de nuestros patrocinadores durante nuestro embarazo y después», cuenta Felix en esa carta. «Este es un ejemplo de una industria deportiva donde las reglas están hechas mayoritariamente por hombres», añade al respecto.
Nike respondió la semana pasada a las críticas asegurando que implementaría una nueva política que estandarizará la forma de tratar a las atletas durante sus embarazos, reconociendo que la compañía «puede ir más allá». «Aplaudo a Nike por reconocer que ese cambio era necesario y ahora espero los resultados específicos, de Nike y del resto de la industria que aún debe comprometerse a proteger contractualmente a las mujeres», sentencia Felix en la misiva.
La firma respondió la semana pasada a las críticas asegurando que apostaría por igualar su trato durante sus embarazos, reconociendo que «puede ir más allá».
