El apoyo a niñas y niños que viven en condiciones vulnerables es uno de los compromisos sociales que más comunican las empresas estos días, con motivo de la celebración de Día de Reyes.
Juguetes y roscas de reyes en beneficio de casas hogar o convivencias entre colaboradores de la empresa y niños atendidos en albergues son los apoyos que más se difunden.
Afortunadamente, el compromiso de muchos actores del sector privado no se queda sólo en dibujar sonrisas un día sino que logran alinear el impulso del desarrollo infantil con el sentido de su negocio.
¿Cómo se puede lograr esto? Aquí cuatro claves para fortalecer tus iniciativas sociales en favor de los niños con una visión más congruente con el desarrollo sustentable.
1-. Atiende prioridades
¿Qué? Esa es la primera pregunta. Para identificar las necesidades más urgentes que tenemos como sociedad contamos con una guía que tiene respaldo internacional, se trata de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Ésta establece 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que indican puntualmente las acciones que debemos cumplir para apuntalar nuestro planeta con una visión de futuro.
¿A qué ODS responde la iniciativa que llevas a cabo? Por ahí puedes empezar. Si se trata de atender a los más pequeños, la educación de niñas y niños se menciona en el ODS número 4 mientras que la equidad y empoderamiento de las niñas en el ODS número 5.
2-. Empieza por tu zona de influencia
En segundo lugar hay que delimitar la zona de acción. Y, ¿qué mejor que estrechar la relación con las comunidades cercanas a tus operaciones? Empieza por los alrededores, alguna necesidad prioritaria identificarás, sin duda, en tu zona de influencia. ¿Has escuchado la frase “buen vecino corporativo”? En eso debes convertirte.
Muchas empresas dan ejemplo de esto y comienzan a entender el sentido estratégico de la responsabilidad social implementando acciones con sus comunidades cercanas.
¿Tienes vías concesionadas en el Estado de México? Busca programas y causas que generen valor para los más vulnerables en esa zona. Así lo hace OHL México, que en las próximas semanas destinará más de 7.6 millones de pesos para impulsar la educación y el desarrollo de niñas y niños mexiquenses.
Este recurso se distribuirá entre el programa del gobierno mexiquense Apadrina Un Niño Indígena y las organizaciones Abriendo Nuevos Caminos, Club de Niños y Niñas del Estado de México, Fundación Becar y Fundación John Langdon Down.
Además, como una manera de dar continuidad al apoyo realizado en favor de niños víctimas de quemaduras y para fortalecer la labor de Fundación Michou y Mau, muy activa en la reciente explosión del mercado de San Pablito, en Tultepec, ofrecerá también un apoyo económico a esta organización en los siguientes días.
3-. Hazlo de manera sostenida
No te limites a ofrecer apoyo a una causa social en una sola ocasión o a hacerlo por ocurrencia de un familiar o amigo. Hay que buscar institucionalizar los apoyos, hacerlos parte del negocio, incluirlos de manera sistemática en los presupuestos.
Las empresas que ya lo entendieron tienen incluso definido un presupuesto anual de responsabilidad social. En general suele ser de un porcentaje determinado de las ganancias o utilidades obtenidas durante el año, así no se ve afectado al establecer una cantidad fija que pudiera resultar insostenible cuando el año es más complicados en términos económicos.
El Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), organismo que promueve la responsabilidad social empresarial y entrega el Distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR), invita desde hace un par de años a las empresas que se inscriben para obtener este reconocimiento a destinar al menos 1% de sus utilidades antes de impuestos a programas de inversión social, tal como hace Grupo Gigante.
Si la empresa ofrece evidencia que demuestre que sí invierte esta cantidad en iniciativas sociales, puede ostentar el Distintivo ESR con la frase 1% de Inversión Social.
4-. Mide tus resultados
Nada de esto tendrá sentido si no mides el impacto que alcanzas de manera periódica. Esto te permitirá fortalecer la iniciativa y encaminarla hacia la dirección que permita obtener los mejores resultados.
Si el apoyo se canaliza a través de una organización de la sociedad civil, exígele informes sistemáticos con los avances alcanzados y condiciona la continuidad del apoyo a los resultados obtenidos.
