«Ninguna» central nuclear española podría resistir un terremoto con la misma aceleración horizontal como el que sucedió en Lorca (Murcia) el pasado 11 de mayo, según Greenpeace, que añade que las centrales nucleares de Santa María de Garoña (Burgos), Ascó (Tarragona), Almaraz (Cáceres) y Trillo (Guadalajara) son las más alejadas de las nuevas exigencias de resistencia sísmica.
Así, la ONG denuncia las «carencias» de las pruebas de resistencia que se están practicando en las plantas europeas y subraya que, dentro de estos exámenes europeos, España destaca «por la incapacidad y falta de resistencia de las centrales nucleares ante terremotos previsibles e incluso reales», como el ocurrido en la localidad murciana.
En este contexto, explica que el terremoto de Lorca alcanzó una aceleración horizontal de 0,36g, el parámetro más adecuado con el que se mide el daño real que puede producir un sismo en una instalación, y que después del accidente nuclear en la central nuclear de Fukushima Daiichi (Japón), el regulador atómico europeo exige a las centrales nucleares que en los ‘stress test’ tengan una capacidad de resistencia ante un terremoto que provocase una aceleración horizontal máxima de 0,3g, claramente inferior al de Lorca.
Concretamente, las centrales de Santa María de Garoña tiene un margen sísmico de 0,17g; Ascó, de 0,16g; Almaraz, de 0,20g y Trillo, de 0,24g, unos datos que las sitúan como las más alejadas de las nuevas exigencias de resistencia sísmica.
Por ello, Greenpeace ha presentado este viernes un mapa de Google que permite a los ciudadanos europeos las «alarmantes» carencias de las pruebas de resistencia de las centrales nucleares de sus países. Se trata de un mapa basado en los datos de los estudios preliminares presentados por los organismos reguladores de los distintos países de la Unión Europea y Suiza.
En el proceso de las pruebas de resistencia que los Estados de la UE practican a sus plantas atómicas, Bruselas pidió a las centrales que entregaran a los organismos reguladores de sus países, en España es el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), y que publicaran los resultados antes del 31 de octubre.
Las pruebas pretenden comprobar si las centrales nucleares europeas podrían hacer frente a situaciones extremas, como terremotos, inundaciones, o la pérdida de suministro energético y refrigeración, entre otras.
De momento, hasta esta fecha varios reguladores no han comunicado aún los resultados, a pesar de ser un requisito de ENSREG. En España, por su parte, los operadores de las centrales nucleares no han divulgado sus informes y tampoco el CSN ha publicado esos documentos de los titulares, limitándose a editar su propio informe preliminar de valoración.
Falta transparencia
Por este motivo, denuncia además la falta de transparencia en el ámbito nuclear, un hecho que, en su opinión, resta credibilidad a los estrés test.
La organización afirma que después de analizar 10.000 páginas de los distintos informes editados, ha encontrado «importantes» carencias y omisiones, como que el requisito de examinar en profundidad un fallo múltiple en los reactores, como lo que sucedió en Fukushima, no se ha realizado y no está en la mayoría de los informes publicados.
Asimismo, en la «inmensa» mayoría de los casos, entre ellos España, se ha ignorado, no se ha realizado o no hecho público, el posible daño del impacto de un accidente aéreo sobre la central, una de las pruebas que «se debía realizar expresamente».
«Fukushima nos enseñó a pensar lo impensable y las pruebas debían obligar a los propietarios de las centrales nucleares a pensar de ese modo. Sin embargo, existen importantes lagunas: ¿por qué se ignoran los planes de evacuación para los pueblos y ciudades?, ¿por qué no se tiene debidamente en cuenta la antigüedad y el grado de envejecimiento del reactor?, ¿por qué los operadores y las autoridades reguladoras no revisan la hipótesis de un fallo múltiple del reactor o de un accidente aéreo si se comprometieron a hacerlo?», ha concluido el máximo responsable europeo de Greenpeace en materia de Energía nuclear, Jan Haverkamp.
Fuente: Europapress.es
Publicada: 28 de octubre de 2011.