Para los cerca de 10 mil trabajadores de las plantas y sedes de Nissan en todo el país, la unión que tienen con el pueblo japonés no es sólo por el interés económico, ni el simple trato de un empleado a un patrón, se trata de algo que va más allá de las relaciones laborales, incluso, algunos de ellos, la califican como una hermandad.
Y esto quedó demostrado durante el desastre que se vivió en el país oriental, con el terremoto, tsunami y posterior explosión nuclear en la planta de Fukushima, en el mes de marzo de este año.
A los pocos días de que se conoció la magnitud de la calamidad, fue a través del programa de comunicación interna, que conecta a todas las plantas y sedes de esta transnacional en México, en donde se originó la propuesta para llevar a cabo una colecta abierta entre todos los trabajadores.
Incluso, Nissan Mexicana se comprometió a aportar un peso, por cada uno que fuera recolectado por los trabajadores, con lo que al final se logró una cantidad de más de 700 mil pesos, que fue entregada a la embajada de Japón en México.
Fue así, como cada empleado, sin ser coaccionado o con la advertencia de que sería descontado directamente de su salario, comenzaron a acudir a las urnas colocadas en cada sede.
La respuesta fue tal, que a través de la subdirección de ensamblado, se tuvo que dar la orden de parar con la colecta, pues se dieron casos en que los empleados, donaban casi la totalidad de su salario.
Es así como lo relata el presidente y director general de Nissan Mexicana, José Muñoz Barceló. “Lo abrimos a todas las sedes y lo que nos llamó la atención fue que en las sedes, donde más se pudo recaudar, fue donde los ingresos son los más bajos. Los trabajadores de la línea, que honradamente se ganan su salario con sacrificio, fueron los que más aportaron y por esto el vicepresidente encargado de manufactura tuvo que dar la orden de parar, porque si no, van a dejar ustedes toda su quincena”, detalló.
Esta muestra de aprecio y cariño de los trabajadores de Nissan Mexicana, fue totalmente sincera, abierta y personal.
Somos hermanos
Uno de esos trabajadores, que sufrió por la incertidumbre de lo sucedido en Japón y que estuvo dispuesto a quedarse sin su salario, para aportarlo a los damnificados, fue Mario Zamora, subdirector de pruebas de vehículo, en la planta Nissan Aguascalientes.
Y esa zozobra no fue originada por la posibilidad de los paros técnicos ante la falta de la materia prima originaria del país nipón, sino a no tener ninguna noticia de los amigos que ha hecho en aquel país a lo largo de sus 22 años como trabajador de la Nissan.
“Estamos muy ligados con Japón. He tenido la oportunidad de viajar a Japón varias veces y he hecho muchos amigos, por eso lo primero que hice fue querer saber cómo estaban”.
Fuente: El Universal.com.mx
Por: Luigi Rivera.
Publicada: 23 de junio de 2011