Una herramienta de análisis que ayuda a determinar la ventaja competitiva de la empresa es la cadena de valor.
Esta consigue examinar y dividir la compañía en sus actividades estratégicas más relevante a fin de entender cómo funcionan los costos, las fuentes actuales y en qué radica la diferenciación. Lo que es parte fundamental de una empresa.
Al igual que la cadena de valor se ha implementado como herramienta funcional en las compañías, muchas de ellas también han incorporado la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) —la responsabilidad de las empresas por sus impactos en la sociedad—. Sin embargo, hoy en día no basta con llamarse responsables, las empresas deben extender esta RSE hasta la cadena de valor.
Misión de una marca: hoy más importante que nunca
Uno de los mensajes clave que se escuchan alto y claro en los círculos de la moda es que la misión de una marca es ahora más importante que nunca.
En el último debate de la mesa redonda de McKinsey, ejecutivos comerciales y de adquisiciones de empresas como Zalando, Veepee y Farfetch discutieron el posible impacto de la COVID-19 en el sector de la moda. Todos estuvieron de acuerdo:
La crisis significa que las empresas tendrán que comprometerse e interactuar con los clientes de nuevas formas, pero esos consumidores buscan con más atención el propósito y la sostenibilidad de esas marcas.
Por supuesto, las marcas mantienen su misión de diferentes maneras, eligiendo una variedad de actividades, procesos e inversiones para respaldar su compromiso con la sostenibilidad, tanto internamente como a lo largo de la cadena de suministro.
La enseñanza de COVID-19
Lo que nos ha enseñado COVID-19 es que construir cadenas de suministro resilientes no se trata solo de entregar productos, materias primas o servicios de una manera más responsable.
También se trata de proteger y mejorar las vidas de los miembros de la comunidad que son una parte tan importante de llevar esos productos al mercado.
Según Oxfam, COVID-19 ha agravado los puntos de hambre en el mundo:
Para fines de este año, 12,000 personas podrían morir al día como resultado del hambre relacionada con Covid-19, más de las que morirán a causa del virus en sí.
El Programa Mundial de Alimentos dice que la cantidad de personas que experimentan «hambre a nivel de crisis» aumentará a 270 millones antes de finales de 2020 gracias a la pandemia, un aumento del 82% desde 2019.
Mientras que una investigación realizada por Ethical Corp y llevada a cabo dentro de las comunidades productoras de algodón con las que trabajan sobre el terreno en Pakistán e India, es igualmente rigurosa.
La investigación de Ethical Corp
Ethical Corp se dio a la tarea de preguntar a las personas inscritas en sus programas de capacitación sobre algodón, así como a sus socios locales, cómo se vieron afectados por COVID-19.
La gran mayoría (82%) de los socios locales dijeron que los agricultores de su región han enfrentado dificultades agrícolas y financieras como resultado del virus, y muchos enfrentan escasez de alimentos y falta de acceso a tratamiento médico. Los que no se han visto gravemente afectados predicen un impacto negativo en las ventas en la próxima temporada.
El virus ha visto a muchos agricultores luchar para llegar a fin de mes: el 62% de los agricultores dicen que no pueden acumular sus ahorros lo suficiente para comprar los insumos que necesitan para la próxima temporada de siembra. Más de la mitad (59%) de los socios locales predicen que sus agricultores no tendrán suficiente dinero en efectivo para invertir en la compra de semillas o fertilizantes o en el pago de mano de obra a partir de 2021.
Mientras tanto, las restricciones físicas impuestas por las medidas de cierre han dificultado que los agricultores compren realmente lo que necesitan para la granja.
El 58% de los agricultores se ven afectados por una reducción en la mano de obra migrante, lo que resultará en un aumento en los costos de cosecha la próxima temporada.
Las implicaciones de COVID-19 también han exacerbado el problema de los vínculos comerciales para los agricultores. Los pequeños agricultores en las zonas rurales necesitan conexiones para poder comprar semillas y fertilizantes y luego vender su algodón, pero el 93% de los agricultores nos dijeron que se necesitaba apoyo para vincular la cadena de suministro para asegurar su futuro.
La industria minorista y textil enfrenta desafíos sin precedentes en los próximos meses a medida que el sector comprende cómo se ve la curva de recuperación.
No basta con llamarse responsables, las empresas deben extender la RSE a la cadena de valor
Si bien nuestro papel y función en el terreno seguirá siendo el mismo, sabemos que debemos ser más ágiles y ágiles para intervenir y crear un impacto positivo más rápidamente, extendiendo la RSE a la cadena de valor.
COVID-19 ha hecho que la adopción de un enfoque holístico para desarrollar la resiliencia y el bienestar, uno que observe a las personas y las comunidades, y su importancia para toda la cadena de valor, sea aún más importante.
Las personas han necesitado apoyo para acceder a agua y jabón. Muy pronto, comenzarán a sentirse los efectos de los cambios demográficos, con más hombres que regresan a las aldeas que habían trabajado anteriormente y una reducción significativa de la mano de obra migrante.
Todos debemos estar preparados para actuar, apoyar y proteger a estas importantes comunidades.
Depende de las marcas y los actores de la cadena de suministro trabajar en asociación para garantizar que las comunidades de todo el mundo tengan las herramientas, las capacidades y la capacidad para sobrevivir y prosperar mientras el mundo se recupera de esta pandemia.
Las marcas deben reinventarse, no solo como compradores de productos básicos más sostenibles, sino asumiendo la responsabilidad de las personas que trabajan dentro de sus cadenas de suministro y que son tan importantes para sus negocios y cuyas vidas pueden cambiar en un instante.
El foro trata en si de la economía afectada por el virus del Covid 19 y sus repercusiones en temporadas futuras ya que el impacto en la empresas y sus ingresos quedara plagado por un buen tiempo pues se a luchado por no quebrar y por proteger a la vez a los colaboradores de cada una de las compañías y negocios golpeado por la pandemia. La economía visiblemente a decaído, los ingresos han mermado pero aquí se cuenta el plan estratégico o cadena de valor de cada organización para poder sobrellevar el impacto negativo en la economía la cual estamos enfrentando en el presente tiempo. Tenemos la esperanza de salir de esta crisis luchando en conjunto tanto los miembros de una empresa como los de la sociedad en si.