Durante la pandemia derivada de COVID-19, y en su peor punto, gran cantidad de empresas alrededor del mundo tomaron acciones extraordinarias para salvaguardar la salud y vida de millones de personas.
Esto por medio de la generación de iniciativas socialmente responsables como: donaciones, transporte de material médico, creación de suministros, prestación de instalaciones, entre otras. Hoy estas y más acciones ya forman parte de lo que la sociedad espera del mundo empresarial.
De acuerdo con un artículo de Reuters, el 72% del público considera que las empresas deberían tener una responsabilidad legal con el planeta y las personas. ¡Es tiempo de no depender de los héroes de la sustentabilidad que ya ponen manos a la obra, necesitamos que todas las empresas actúen!
¿Quiénes son los héroes en sustentabilidad?
Podríamos considerar a los héroes en sustentabilidad a todas esas empresas que han alineado su estrategia de negocios a la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y por ende a la sustentabilidad.
Recordemos que la sustentabilidad hace referencia a la capacidad que haya desarrollado el sistema humano para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer los recursos y oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras.
La capacidad de ser sustentables se vio en apogeo cuando diversas crisis como la emergencia climática, la creciente desigualdad, el racismo estructural y la discriminación llegaron a ser abrumadoras en escala. Y nos dimos cuenta de su impacto en nuestras vidas, que son los síntomas más viscerales de una crisis que también ha puesto de relieve los desafíos globales cada vez más urgentes.
Derivado de ello, es posible afirmar que:
Los negocios son la herramienta más poderosa en manos humanas para contribuir a las crisis o para brindar soluciones, y conducirnos a todos hacia la prosperidad compartida.
Quizá ahora es el momento idóneo de fomentar nuevos héroes en sustentabilidad.
No dependamos de los héroes en sustentabilidad y veamos nacer nuevos
Durante los últimos 50 años, el negocio se ha inclinado a generar ganancias y se ha separado de las comunidades a las que necesita servir y la legislación no ha reflejado el papel que deben desempeñar las empresas.
Al no alinear los intereses de los accionistas con los de la sociedad en general y el medio ambiente, las empresas han contribuido a estos enormes desafíos, que ahora amenazan la salud, la riqueza y el mundo natural de las personas.
La desconexión es evidente y hasta reconocida por los propios líderes empresariales, y el público está de acuerdo:
Una encuesta de 2020 reveló que el 72% del público del Reino Unido cree que las empresas deberían tener una responsabilidad legal con el planeta y las personas, además de maximizar sus ganancias.
Se espera que los fondos ESG superen en número a los fondos convencionales para el 2025, a medida que los mercados avanzan al mismo ritmo.
Ante estas presiones, los líderes empresariales deben lidiar con decisiones difíciles. Su responsabilidad legal de generar crecimiento debe sopesarse con las demandas de los consumidores, el mercado y, en algunos casos, las normativas; demandas que ahora requieren la rendición de cuentas a un conjunto más amplio de partes interesadas.
Es tentador confiar en los «héroes» empresariales que logran tomar acción, pero esto nunca será suficiente. Necesitamos que todas las empresas actúen. Necesitamos establecer un nuevo contrato entre las empresas y la sociedad.
Contrato entre empresa y sociedad
Durante muchos años se han buscado cambios en la cultura empresarial, empero, a la fecha las expectativas han quedado muy grandes, lo que crea ambigüedad e incertidumbre en los líderes empresariales.
El escenario es peor aún cuando nos damos cuenta que el principio fundamental de la primacía de los accionistas continúa. De hecho, los directores ejecutivos, a pesar de querer generar un cambio, están esposados a priorizar los rendimientos de los accionistas a corto plazo y a expensas de las personas y el planeta.
Por esta razón, Chris Turner, director de campaña de Better Business Act y director ejecutivo de B Lab UK, afirma que una enmienda —propuesta de cambio en el contenido de algún artículo o apartado de un proyecto de ley u otro documento oficial— puede tener la capacidad de poner el beneficio de las personas, las ganancias y el planeta en el corazón del propósito y la responsabilidad de los directores.
Esto garantizaría que los directores de la empresa sean responsables de promover los intereses de los accionistas junto con los de la sociedad en general y el medio ambiente. Los fundamentos se reflejarían en cuatro principios:
- Intereses alineados: Los intereses de los accionistas ahora avanzan junto con los de la sociedad en general y el medio ambiente.
- Capacitar a los directores para que ejerzan su juicio al sopesar y promover los intereses de todas las partes interesadas.
- Cambio predeterminado: Debe aplicarse a todas las empresas.
- Reflejado en la presentación de informes; sobre cómo las empresas alinean los intereses a largo plazo de las personas, el planeta y las ganancias.
De hecho, Turner lo está intentando volver una realidad en el Reino Unido por medio de una iniciativa llamada Better Business Act (BBA). El director ejecutivo de B Lab UK, afirma que la Ley de Sociedades de 2006 del Reino Unido, es decir, la legislación actual, no ofrece un marco práctico para tomar estas decisiones, y es posible en muchas partes del mundo tampoco suceda.
Además, comenta que gran cantidad de empresas a nivel global ha demostrado que esto es un modelo de crecimiento sostenible que impulsa la innovación y el espíritu empresarial. ¿Es tiempo de establecer un propósito predeterminado claro para los negocios? ¿Uno que sea adecuado para los desafíos del siglo XXI y que cumpla su promesa como una fuerza para el bien?
Es un hecho que es momento de dejar de depender de los héroes en sustentabilidad y comenzar a tomar acciones concretas que impulsen la implementación de RSE y sustentabilidad en el sector privado. Pero… ¿cómo hacerlo de forma individual?
3 consejos para ser una empresa sustentable
Si se desea impulsar este tipo de empresas sustentables, es necesario comenzar por algún lado, por lo que a continuación te compartimos algunos consejos para iniciar este proceso.
1. Pensar fuera de la caja
Para ser una empresa sostenible se debe tomar en cuenta que si la imagen obsoleta de una compañía sostenible es un solo empleado sentado en una habitación al final del pasillo, sin hablar nunca con sus colegas y entregando un proyecto a corto plazo tras otro, el profesional de la sostenibilidad del futuro es un pensador de sistemas. Por lo que, uno de los primeros pasos a tomar es:
Entender la interconectividad de los 17 ODS y las formas en que todas las partes de la sociedad se mueven para generar impacto.
De acuerdo con los expertos, es importante “tener una vista panorámica de lo que está sucediendo” al forjar y mantener asociaciones sólidas, internas y externas, de todo tipo.
2. Capa de pensamiento local, nacional y global
Los ODS fueron diseñados para ser globales, al igual que las conclusiones del IPCC sobre limitar el aumento de temperatura a 1,5 ° C por encima de los niveles preindustriales. Como tal, no hay ningún lugar donde esconderse y está claro que todas las organizaciones tienen un papel que desempeñar para ser sustentables.
Los expertos instan a tener en cuenta el hecho de que muchos grupos clave que deberán participar responderán mejor a un enfoque local en cuanto a sustentabilidad, especialmente dados los impactos que la pandemia ha tenido a nivel regional.
3. Agitar el enfoque energético
La idea del liderazgo empresarial en sostenibilidad a menudo gira en torno a objetivos generales a largo plazo o en torno a compromisos de propósito. Pero la realidad es que los compromisos no son nada sin cumplimiento.
En el caso del enfoque energético, el sector de la generación de energía ha impulsado mucha descarbonización hasta la fecha, el futuro de la transición energética depende en última instancia de todas las partes del sistema.
Cualquier empresa que busque cambiar su enfoque energético para lograr mayores reducciones de emisiones debería cambiar primero a una tarifa de electricidad sin carbono y comenzar a ser más sustentable.
Es cierto que ser una empresa sustentable no es una tarea fácil ni se logra de la noche a la mañana, sin embargo, sus propósitos y metas siempre resultarán benéficas, tanto para las empresas como para las partes en donde se puede generar impacto.
DE LA CONSTRUCCIÓN O REDENCIÓN ESPIRITUAL DEL CAPITALISMO
“… la meta consiste en que llegue el momento en que, por simple civismo ético, la empresa privada se diga a sí misma: “… no, o, éste, este precio es el justo, y no aquel otro, el que en mercado libre, podría exigir y cobrar en función de la altísima demanda que el producto está suscitando en este momento…” y, para conseguir dicha meta, queridos amigos, hemos de andar este camino o trayecto, el que estamos llevando a cabo en muchos lugares del mundo donde existe ética, libertad, y sentido de proporcionalidad de las cosas. Saludos.