Erika Barón
Hugo López Gattel, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, volvió a referirse a la responsabilidad que tiene la industria de productos ultraprocesados en la salud de los mexicanos, durante la conferencia de salud de este jueves, y planteó el cuestionamiento ético que implica obtener ganancias privadas a costa del daño público.
“La función de un gobierno es proteger el interés público (…) no el privado. Eso no quiere decir que tengamos algo en contra de la inversión privada”, aseguró, tras las reacciones del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) por las acciones que la dependencia que representa ha planteado para disminuir el consumo de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados en México.
Agregó que existen sectores industriales de productos de consumo humano dañinos, lo cual “tenemos que decirlo y tenemos que solucionarlo”.
“Ojalá que estos sectores privados, en el interés de tratar su asunto privado y tener ganancias privadas, no volvieran público el daño, porque tener una ganancia privada a costa de dañar a lo público, pues tiene un cuestionamiento ético fundamental”, acotó.
Cabe mencionar que el pasado miércoles se dio a conocer un proyecto para que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) sea controlada por la Subecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, un anuncio que alertó al sector privado por sus implicaciones legales y de reconocimiento global.
Durante la conferencia de salud de este jueves, expertos en la materia hablaron sobre la gravedad de las enfermedades metabólicas, entre ellas la hipertensión, obesidad y diabetes, causantes de la mitad de muertes al año en México y cuya tendencia se mantuvo por lo menos los últimos 15 años.
Añadieron que durante el sexenio pasado se llegó a emitir una alerta epidemiológica sobre diabetes y obesidad como problemas graves de salud pública, por lo que no es un problema que esto se haya reconocido ante la pandemia de COVID-19.
En este contexto, Simón Barquera Cervera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), recordó que esto se venía diciendo desde hace muchos años, “pero esta epidemia realmente lo que ha hecho es que se ponga en la mesa de discusión como una de las razones, no es exclusivo de México”.
“Los países del mundo que están padeciendo esta epidemia están muy preocupados por cómo la obesidad y las enfermedades crónicas la complican, y es una reacción normal de los gobiernos, de los sistemas de salud y de los expertos de todos los países tratar de ver qué más pueden hacer”, señaló.
José Luis Alomía Zegarra, director general de Epidemiología, agregó que las principales comorbilidades que hacen más grave la COVID-19 son sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión; enfermedades que sin duda prevalecen en México.
“Lo que hacemos en la epidemiología o lo que hace la epidemiología es precisamente medir la distribución de la enfermedad y los determinantes que están asociadas a ésta”, resaltó Alomía Zegarra.
Por último, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, relató que durante las mesas de diálogo para integrar el etiquetado frontal en alimentos o productos chatarra, “se planteó a las empresas cambiar su modelo de ganancias privadas con alimentos que no dañen”.
“Propusimos: por qué no ustedes mismos se autorregulan, hacen un pacto entre empresarios y empiezan a descender. Dijimos que México podría ser el ejemplo del primer país que logra un pacto entre empresas para reducir porciones y reducir concentraciones de estos productos, no causó entusiasmo”, destacó.