Hasta el día de hoy ningún país ha logrado la igualdad entre hombres y mujeres, de acuerdo con el Foro Económico Mundial. Alcanzar la equidad podría tardar hasta 170 años, debido a la persistente desigualdad salarial y a la baja participación de las mujeres en el campo laboral.
Justamente, en esta área, México enfrenta unos de los mayores desafíos. Aunque es uno de los pocos países que ha eliminado todo tipo de barreras legales para que las mujeres puedan obtener un empleo o incrementar su capacidad empresarial, aún la participación de las mujeres en el mercado laboral es baja”, señala Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, (Inmujeres).
En 1970, 20 de cada 100 mujeres mexicanas participaban en el mercado laboral, hoy son 43; cifra que dista mucho de alcanzar la participación masculina, que asciende a 78%, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2016, y que además coloca a las mujeres muy por debajo del promedio de participación laboral femenina de 67% de la OCDE.
En el mundo empresarial, las mujeres mexicanas tienen una baja participación puesto que sólo 2 de 100 empresas son propiedad de mujeres y 45% de estas empresas son micronegocios. La participación de las mexicanas es de tan solo 5.3%
La igualdad de género es un tema que forma parte del nuevo modelo socioeconómico, “prácticamente todos los países que participan en las iniciativas como el G20 y el G7, ven el tema de la inclusión de la mujer como algo que está vinculado a la agenda global. Ya no se puede no hablar de equidad, tiene que estar presente, visible y ser medible”, expone María del Carmen Bernal, directora del Centro de Investigación para la Mujer en la Alta Dirección, CIMAD.
Un análisis de McKinsey & Company que incluyó a más de 100 empresas de Asia, Europa y Estados Unidos, indica que cuando las mujeres ocupan al menos el 30% de los puestos superiores en las empresas, la eficiencia organizacional crece”, recela Ana Güezmez de ONU Mujeres.
Dentro de la iniciativa privada en México, hay claras diferencias entre empresas mexicanas y globales. “En las empresas mexicanas aún hay resistencia al cambio por un tema cultural. En cambio, las empresas globales están apoyando este tipo de cambios dentro de las organizaciones”, explica Carmen Bernal.
Si eres una empresa que promueve la equidad vas a atraer al talento, el cual no tiene género, es universal”, expresa Bernal.
Por ello, una de las más importantes estrategias que el gobierno está aplicando para incrementar la participación de las mujeres en el mercado laboral, pero sobre todo para que lo hagan en mejores condiciones, es la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación, lanzada en 2015 y que recoge las mejores prácticas laborales internacionales.