Hace algunas semanas, en un curso sobre estrategias de RSE, me llamó la atención al generar mapas de stakeholders, lo poco que las empresas toman en cuenta a las OSC’s como grupos de interés; incluso, las pocas que lo hacen, simplemente las monitorean, sin darles una mayor atención específica.
Un buen ejemplo del poder que estas organizaciones pueden llegar a tener sobre las actividades de una empresa es lo que recién ocurrió con PETA.
Es bien sabido que las próximas Olimpiadas de Invierno se efectuarán en Vancouver, Canadá. Pues bien, aprovechando que los ojos del mundo están pendientes de todo lo relacionado con el frío país, PETA se lanzó a realizar una protesta contra la matanza de focas acaecida en Canadá.
Activistas de la organización se vistieron de blanco, incluso con algunos abrigos de piel de foca y se mancharon de rojo, cual si fuera sangre, simulando ser focas golpeadas; una vez ataviados se tiraron frente a la Embajada de Canadá en Londres. Ello para protestar contra la temporada de caza de estos animales en el país de la hoja de maple. Muchas organizaciones han señalado dicha cacería como una matanza cruenta y exagerada para la fauna.
Irónicamente, las Olimpiadas no tienen nada que ver con esto; por el contrario, son una fiesta de paz y convivencia, sin embargo se está viendo afectada por una OSC que no protesta contra ella, sino contra su gobierno.
Es un buen ejemplo de que en algunas ocasiones, en el entorno inmediato de nuestra organización, pueden suceder este tipo de manifestaciones que nos afecten sin siquiera estar involucrados de forma real. Un buen ejemplo también del poder de las OSC’s quienes sin mucho presupuesto, logran un publicity a veces mundial, justo como en este caso.