Tomarse selfies con animales se está convirtiendo en un problema que pone en riesgo la existencia de decenas de especies.
Científicos afirman sentirse preocupados por la forma en la que se está perdiendo el respeto por la vida salvaje y la normalización de la actividad de sacarse fotos con animales.
Cada vez que una persona se hace una foto con un animal salvaje puede estar interrumpiendo sus hábitos de alimentación y reproducción e inclusos reducir potencialmente las tasas de natalidad, por no mencionar el estrés físico y emocional que se les causa.
Philip Seddon, director del programa de vida salvaje de la Universidad de Otago dice que el problema con las selfies es que las imágenes a menudo aparecen sin ningún contexto, por lo que incluso si el mensaje promueve la conservación, ese mensaje se pierde y todas las personas ven que alguien abraza a un pingüino, y también quiere hacerlo.
Y es que en varios sitios como Nueva Zelanda se han observado turistas persiguiendo animales en peligros de extinción y tratando de tomarse fotos con ellos.
Un informe realizado por la organización World Animal Protection sobre los selfies de vida silvestre mostró un incremento del 292% en este tipo de imágenes publicadas en Instagram entre 2014 y 2017.
De estas, un 40% de las imágenes se calificaron como “selfies malas”, es decir, en las que alguien abraza, sostiene o actúa de forma inapropiada con un animal salvaje.
En Costa Rica, por ejemplo, las autoridades le están pidiendo a los turistas que solo observen a los animales que no los toquen ni los carguen.
Incluso, en ese país ya han lanzado una campaña llamada #StopAnimalSelfies con la que se busca detener las selfies con animales.
Pamela Castillo, viceministra del Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica (MINAE) dice que «nuestros visitantes deben saber el impacto negativo que tienen las selfies y las fotografías que muestran un contacto directo con animales salvajes. Nuestro objetivo y responsabilidad, como líderes mundiales en temas ambientales, es educar y motivar a los nuevos embajadores mundiales comprometidos con la protección de la vida silvestre».
En este mismo país, para disminuir la cantidad de visitantes que toman selfies con animales, la región propuso que en vez de que las visitas se tomen fotografías con animales reales, que lo hagan con animales de peluche y además usen el hashtag #stopanimalselfies.
Y es que el Instituto Costarricense de Turismo dice que más allá de asustar a los animales con las selfies, se quiere evitar el contagio de enfermedades, «ya sea que los animales resulten contagiados por las personas o viceversa».
En Australia, a los visitantes de Maria Island, cerca de Tasmania, se les pide que firmen compromisos con los animales de que “no los perseguirán con su selfie stick, ni se acercarán demasiado a los bebés. No te rodearé, ni intentaré alzarte. Me aseguraré de no dejar basura ni comida”.
Meet my new furry friend.
— Roger Federer (@rogerfederer) December 28, 2017
So happy to be back down under ?#HappyQuokka @westernaustralia #justanotherdayinWA pic.twitter.com/YvgdMCs13u
Se tomó la iniciativa porque en ese lugar varios turistas se dedicaban a abrazar y apretar a los marsupiales.
“Estamos en la era de la selfie, y la gente quiere tomarse selfies en diferentes lugares y con personas y animales”, dijo John Fitzgerald, CEO de Tasmania Tourism.
“Pedimos a las personas que respeten el hecho de que son animales salvajes”.