Así como Francia tiene planes de prohibir la venta de coches con motor a gasolina o diésel, Alemania quiere optar por lo mismo.
La canciller, Angela Merkel, dijo que es solo cuestión de tiempo para que Alemania siga los pasos de Francia, Gran Bretaña, la India y otros países que han prohibido las nuevas ventas de carros equipados con motores de gasolina o diésel.
“El enfoque es correcto, porque si invertimos rápidamente en más infraestructura y tecnología de recarga para coches eléctricos, un cambio general será estructuralmente posible”.
Merkel está en busca del cuarto mandato como canciller, en las siguientes elecciones y ha presionado a su gobierno para que se tome una mejor postura ante la crisis por contaminación del aire, ocasionada por los motores.
Hasta hoy, la fabricación de coches es la industria más grande en Alemania y es el mayor generador de ingresos de exportación.
Tras admitir la mentira en el número de emisiones, al manipular el programa para que los motores de diésel salieran limpios, Volkswagen y otros fabricantes de autos, han sido investigados por esos hechos.
Alemania y alguna de sus ciudades están preocupadas por las emisiones de contaminantes que emiten los motores diésel. Ante eso, Merkel dijo que los objetivos climáticos que se establecieron en 2050, específicamente con la reducción del dióxido de carbono de un 80% a un 95% resultan muy ambiciosos, incluso si se reducen las emisiones de CO2 en los vehículos.
Estas declaraciones las hace después de que el Ministerio de Finanzas de Alemania admitiera el escándalo del diésel podría afectar a la economía más grande de Europa.
“Necesitamos coches diésel, de gasolina, pero debemos acelerar la transición hacia los eléctricos”. “Hay que innovar rápidamente para dar el paso hacia los coches menos contaminantes”.
Merkel, candidata a la reelección como líder de la Unión Demócrata Cristiana, ha criticado la gestión hecha por los ejecutivos de las grandes empresas alemanas en los últimos años.
