En Querétaro, el gobierno panista ha impulsado la aprobación de una nueva Constitución estatal.
No tendría nada de malo, salvo que se vacía a la Constitución local de toda responsabilidad social.
Mala señal. Los inversionistas españoles que estaban listos para crear desarrollos en la Laguna de Bacalar, cerca de Chetumal, Quintana Roo, se han retirado, pues al prohibirse dañar los manglares, se quejan que “no hay certidumbre”.
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