Incluso antes de la pandemia, Norteamérica estaba ganándole terreno a Europa en el liderazgo de la sostenibilidad. Aunque, el antiguo continente alberga casi la mitad de las empresas más sostenibles del mundo que cotizan en bolsa.
Sin embargo, las compañías estadounidenses y canadienses están reduciendo rápidamente la brecha de rendimiento, según EcoVadis, cuyo último Índice de Riesgo y Rendimiento otorgó a la región americana una puntuación récord.
Llega King
Cada vez son más los directivos que se dan cuenta de que las prácticas, productos y modelos sostenibles suponen una ventaja competitiva tangible. De igual forma, la reciente decisión de la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. de votar que la información sobre el riesgo climático sea obligatoria para todas las corporaciones públicas impulsará aún más el progreso.
En este contexto, el nombramiento de Niki King, como nueva directora de Sustentabilidad de Unilever en Norteamérica, resulta aún más emocionante, pues esta zona es el mercado más importante del gigante de los bienes de consumo, con una facturación de 10,000 millones de dólares que representa el 16% del total del grupo.
Asimismo, en esta filial trabajan más de 8,000 personas en oficinas, 14 fábricas y 11 centros de distribución, además de ser un gran negocio con una fuerte presencia en múltiples categorías, como el cuidado de la piel, los helados, el té, los desodorantes y la mayonesa.
Tras ocupar puestos en Novo Nordisk —como directora de Sostenibilidad Corporativa — y en Campbell Soup Company —como directora de Sostenibilidad de la Cadena de Suministro—, King se alegra de seguir trabajando en empresas que entienden el propósito y destacó, para Sustainable Brands, que Unilever es una empresa a la que siempre admirará.
Durante mi época en Campbell, Unilever encabezaba mi lista cuando se trataba de hacer una evaluación comparativa; y siempre buscaba entender si la sostenibilidad estaba realmente integrada.
Llevo ocho meses en Unilever y ha sido bastante sorprendente hasta ahora, porque está verdaderamente integrada.
Niki King, directora de sustentabilidad de Unilever en Norteamérica.
Fue el Plan de Vida Sostenible (SLP, por sus siglas en inglés) de Unilever, lanzado en 2010, el que situó a la empresa en el punto de mira de los negocios verdes. Los profesionales de la RSE consideraron que la organización, a cargo del entonces director general, Paul Polman, era un faro de esperanza.
Ya que se estaba convirtiendo en un gran corporativo con la influencia y el poder de cambiar seriamente el rumbo de algunos problemas sociales y medioambientales —desde la emergencia climática y el colapso de los ecosistemas hasta la desigualdad social—, Unilever se establecía como un ejemplo a admirar y emular.
Una marca sostenible
A lo largo de diez años, la compañía defendió sus denominadas marcas de vida sostenible, como Ben & Jerry’s, Dove y Seventh Generation, orgullosa de sus resultados comerciales y sostenibles.
El ahorro de costos de 1,000 millones de euros desde 2008 —logrado gracias a la mejora de la eficiencia del agua, la energía y al uso de menos materiales— le dio más confianza para ganarse a los inversores y desafiar la necesidad de presentar informes trimestrales.
Más de 12 años después, el SLP ha dado paso al Unilever Compass, descrito por el actual director general, Alan Jope, como «nuestra nueva estrategia corporativa totalmente integrada» que «pone fin al debate de si la sostenibilidad es buena para el negocio».
Sin duda, lo anterior es algo que está en el centro de la mente de King, que trabajará en la aplicación de la estrategia global sostenible, garantizando que Unilever mantenga su posición de líder mundial en «hacer lo correcto».
Por ello, la descarbonización será una de sus prioridades, junto con la elaboración de hojas de ruta para asegurarse de que sabe exactamente cómo va a alcanzar la neutralidad de carbono.
Lo que me resulta motivador es tratar de averiguar cómo vamos a hacerlo sin utilizar compensaciones.
Niki King, directora de Sustentabilidad de Unilever en Norteamérica.
De acuerdo con estas declaraciones, Unilever parece estar en una emocionante fase de exploración, buscando las mejores tecnologías que puede emplear en sus fábricas y oficinas. «Es un reto. Pero a finales de este año, aquí en Norteamérica, sabremos lo que nos va a costar descarbonizarnos por completo en 2030», destaca King.
Las metas del nueva directora de Sustentabilidad de Unilever
Para muchas empresas, los inversores están desempeñando un papel más importante a la hora de exigir un mayor rendimiento en la gestión de los riesgos asociados a los retos sociales y medioambientales, como la crisis climática.
El aumento de la atención sobre las cuestiones ESG por parte de la comunidad inversora ha sido muy bien acogido y Unilever ha disfrutado de una relación saludable con ella. Por eso sorprendió escuchar a Terry Smith, uno de sus mayores accionistas, acusar a la dirección de estar «obsesionada con mostrar públicamente sus credenciales de sostenibilidad a expensas de centrarse en los fundamentos del negocio». ¿Qué opina King al respecto?
Los inversores tienen sus propias opiniones […]. Las empresas ganadoras del mañana van a ser las que se anticipen y respondan a los enormes cambios que están dando forma a la vida de las personas en todo el mundo: que aprovechen el poder de los datos y la biotecnología.
Niki King, directora de Sustentabilidad de Unilever en Norteamérica.
En este momento, su equipo está trabajando con SheaMoisture, una franquicia que Unilever adquirió tras comprar a Sundial Brands en 2017. Como parte de un «campamento de arranque intensivo», se redefinirá su propósito para entender realmente quiénes son, qué significan para el consorcio y cómo pueden impactar en la sociedad en general.
Sí, tenemos marcas como Dove y Seventh Generation que tienen la sostenibilidad en su núcleo. Pero realmente queremos que todas tengan un propósito.
SheaMoisture es una marca tan increíble. Se trata de intentar reconstruir su identidad y averiguar cómo pueden tener un mayor impacto en el mundo. Son muy buenos.
Niki King, directora de Sustentabilidad de Unilever en Norteamérica.
Cabe señalar que Unilever ha sido líder en sostenibilidad corporativa durante la última década, pero sus competidores están jugando a ponerse al día, por ello, debe mantener el impulso para dar continuidad a su posición. King reconoce que es posible desviarse del camino.
Es importante entender que la descarbonización, la circularidad y el propósito son difíciles de conseguir: Requieren recursos humanos, requieren recursos financieros, requieren innovación constante.
Niki King, directora de Sustentabilidad de Unilever en Norteamérica.
Ante ello, la ejecutiva asegura que tiene previsto quedarse hasta que los objetivos del Compass de Unilever lleguen a su fin dentro de diez años, «quiero poder decir que Norteamérica lideró los esfuerzos para alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad», aunque, de igual manera, espera que otras empresas lo hagan.
«Queremos que ellos [nuestros competidores] también sean empresas sostenibles. Pero tenemos que mantener esa ventaja competitiva y seguir innovando para que realmente podamos convertir la vida sostenible en algo común», finaliza la nueva directora de Sustentabilidad de Unilever .