Aunque todos sabemos que los bosques del mundo se encuentran amenazados, es difícil saber exactamente cuál es el daño de la deforestación y quiénes son los responsables. Para ello se creó la herramienta Global Forest Watch, (GFW) un sistema de monitoreo digital que permite conocer el estado de los bosques por medio de imágenes satelitales.
¿Quién puede usar Global Forest Watch?
La herramienta fue lanzada en febrero de este año, con el apoyo de más de 40 organizaciones (entre ellas la mexicana Reforestemos México ), lideradas por el World Resources Institute, y está disponible en línea para cualquier persona que quiera conocer el estado real de los bosques. Específicamente, GFW puede servir como una excelente opción para gobiernos, compañías, organizaciones de la sociedad civil y comunidades preocupadas por defender sus recursos, así como para investigadores y medios de comunicación.
Por ejemplo, se espera que una empresa pueda comunicarse con sus clientes para generar una producción libre de deforestación, además de verificar las prácticas de sus proveedores, identificar problemas en sus primeras etapas y evaluar posibles riesgos en su cadena de valor.
Por su parte, las OSC pueden identificar zonas dañadas por la deforestación, para así planear sus campañas e investigaciones.
¿Cómo funciona Global Forest Watch?
La herramienta es un mapa que muestra los bosques del mundo casi en tiempo real. Para usarla, se puede elegir entre varios idiomas y variables. Por ejemplo, se puede elegir ver solo las áreas protegidas por el gobierno, o conocer cuáles son los bosques que se usan para explotar la madera y en cuáles se cultiva el aceite de palma. Para cada opción existen gráficas y datos que ayudan a tener una idea más amplia. Además la página permite compartir historias, por lo que en el futuro se podría conocer también la parte más humana de cada uno de los bosques.
Se trata de una iniciativa que tiene mucho potencial para acercar a todos los sectores interesados información relevante sobre uno de los problemas ambientales más apremiantes. Según los datos del World Resources Institute, el 30% de los bosques han desaparecido, el 20% ha sido degradado y otro porcentaje importante ha sido fragmentado, por lo que solamente el 15% permanece intacto.
