Comprar o recargar el aire acondicionado de una casa costará, de media, 65 euros más gracias al nuevo Impuesto sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero anunciado por el Ejecutivo en el Consejo de Ministros del 28 de junio. Este gravamen entrará en vigor en 2014 con el objetivo de recaudar 340 millones de euros.
Hace una semana, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se limitó a explicar que, para los particulares, el nuevo ‘impuesto verde’ tendría un coste de en torno a cinco euros por cada aparato de aire acondicionado o nevera. Pero, en realidad, se pagará una media «de unos 33 euros» en impuestos por cada kilo de la mezcla de refrigerantes (los aparatos de aire acondicionado utilizan una combinación de gases para dar frío) que utilizan estos aparatos que cuentan con una capacidad media algo superior a los dos kilos, según calcula para ELMUNDO.es la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización.
De este modo, la cantidad de gas necesaria para rellenar uno de estos aparatos precisará del pago «unos 60 o 65 euros» en impuestos, según calcula la Afec. Un pequeño equipo doméstico de aire suele recargarse «cada dos o tres años dependiendo de su uso mientras que los equipos industriales se recargan cada año», según comenta la Confederación Nacional de Instaladores.
«El coste actual de distribución de estos gases es de cinco euros», explica el presidente de la Asociación Provincial de Instaladores, Distribuidores y Fabricantes de Climatización, Refrigeración, Maquinaria de Hostelería y Frío Industrial (Afridal), Nicolás Fernández. De este modo, el importe de los impuestos llegaría a sextuplicar el coste actual de distribución. Además, añade, Fernández, «en España se consumen 10.000 toneladas de estos gases al año».
Los fabricantes o mayoristas de estos gases destinados a la refrigeración serán los encargados de pagar a la hacienda pública este nuevo impuesto. La cantidad total a abonar en cada caso depende del tipo de refrigerante o la mezcla que se haya elaborado con un techo de 100 euros por cada kilo de gas, la cantidad de los mismos y del índice de calentamiento global.
Los ciudadanos adquieran o recarguen su aparato de aire acondicionado «no tienen por qué ‘enterarse’ de este impuesto ya que no tiene que estar detallado en la factura porque se habrá abonado en una fase anterior», según explican desde el Ministerio de Hacienda.
Este ‘impuesto verde’ es criticado por profesionales del sector. Fernández considera que «tiene un marcado afán recaudatorio con el que, además de los particulares, otros sectores como la agricultura (instalaciones frigoríficas y transporte frigorífico), la alimentación (vitrinas e instalaciones para el manipulado de alimentos) y el turismo (hoteles, bares y restaurantes) también se verán afectados». Para los instaladores y frigoristas, este gravamen supone «la ruina del sector».
Fuente: El Mundo