Todavía son muy pocas las mujeres mexicanas que se atreven a emprender un negocio y es que a pesar de vivimos en el siglo XXI, todavía se puede encontrar a personas que no creen en que una mujer tenga tanto como el impulso y como el conocimiento suficiente para iniciar un nuevo proyecto .
Se calcula que únicamente el 11.2% de las mujeres emprenden en México, mientras en otros países de Latinoamérica, como Perú, el 29% de las mujeres lo hace.
Únicamente el 11.2% de las mujeres emprenden en México, mientras en otros países de Latinoamérica, como Perú, el 29% de las mujeres lo hace.
¿Cuál podría ser la diferencia? ¿Qué es lo que las detiene a emprender?
Quizá sea la cultura machista que todavía se vive en diversos estados de la República y el poco apoyo hacia la mujer. Según el Banco Mundial, las mujeres no emprenden porque no tienen acceso a ningún tipo de financiamiento, lo que ocasiona un déficit de alrededor de 300 mil millones de dólares en materia de emprendimiento.
De acuerdo con Juana Ramírez, socia fundadora de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), y fundadora de Grupo Sohín, una empresa que atiende y acompaña a pacientes con enfermedades crónico degenerativas “se necesita un terreno más parejo en labores familiares y domésticas, que mayoritariamente están más enfocadas en las mujeres, lo que hace que tengamos menos tiempo para emprender”.
Según la empresaria naturalizada mexicana, existen tres obstáculos para el emprendimiento femenino en México:
- El acceso igualitario al financiamiento.
- La falta de entrenamiento para reducir la aversión al riesgo y enfrentarse a dirigir sus propias empresas.
- No contar con un terreno más parejo en labores familiares y domésticas.
Estos son los obstáculos para el emprendimiento femenino en México, ¡conócelos!
Al respecto, la ASEM presentó su Emprendecálogo, que comprende de 10 propuestas para los candidatos a la presidencia del país, entre ellas mejorar las condiciones en las que emprenden las mujeres, facilitar los trámites migratorios de emprendedores extranjeros, impulsar el emprendimiento de alto impacto social y ambiental, garantizar la existencia de una institución pública de fomento al emprendimiento y la participación de emprendedores en los órganos de consulta de políticas públicas.
Dichas iniciativas incluyen impulsar el pago a proveedores en un máximo de 30 días, simplificar trámites con uso de tecnología, modernizar todas las figuras societarias, así como implementar una política fiscal y de seguridad social para emprendedores.
“Hay que seguir fortaleciendo las leyes que estimulen las negociaciones con empresas grandes lideradas por mujeres, también podríamos hacer que se observe la inversión de los fondos de forma más equitativa entre hombres y mujeres”, agrega Juana.
Según Juana, en entrevista con Forbes, una vez le preguntaron sobre su plan de sucesión en su proyecto, “a lo cual me pregunté a qué CEO de menos de 40 años le preguntan eso en su momento más productivo. El motivo de la pregunta de ese fondo de inversión fue por si llegaba a embarazarme”.
¿Eres mujer y ya emprendiste? ¿Qué opinas sobre el emprendimiento de la mujer en México? ¡Cuéntanos en los comentarios!