En mayo del 2012 comenzó la construcción de Prado Sur, un edificio corporativo con criterios vanguardistas de diseño, funcionalidad y eficiencia. Todo encaminado a cumplir con los estándares conocidos como Edificio A.
Ubicado en Prado Sur 250, en Lomas de Chapultepec, se trata del primer proyecto de oficinas de Abilia, compañia especializada en la conceptualización, desarrollo, comercialización, y administración de proyectos residenciales.
Y como tal, ha puesto un nivel muy alto de calidad y sustentabilidad no sólo para la empresa , sino para el mercado de oficinas en la ciudad de México.
La razón: gracias a su eficiencia energética, nuevas tecnologías para la automatización en los servicios, funcionalidad en los espacios y ofrecer un entorno ecológico sustentable y seguro, este proyecto Core & Shell (un envolvente para el área de renta) busca de manera simultánea la Certificación LEED Grado Oro y la del programa de Certificaciones de Edificaciones Sustentables (PCES) del Gobierno del Distrito Federal.
Alejandro Espinosa, director de Corporativos de Abilia, destacó el alcance del, proyecto, considerando ya insignia en la empresa. «Se trata de un proyecto de alta eficiencia energética y muy altos estándares de calidad.
Estamos comprometidos con las dos certificaciones. El LEED se ha vuelto el estándar en el mercado internacional y colaboramos con la ciudad de México para el PCES. Prado Sur podría ser uno de los primeros edificios con esta certificación en la ciudad».
COMPROSIMO SUSTENTABLE
Sobre los esfuerzos para alcanzar el Grado Oro de LEED, el segundo más alto del sistema, y el PCES, Edwin Tamayo, ingeniero de proyecto de Beck Internacional de México, la contratista general del desarrollo, explicó que Prado Sur cuenta con azotea verde, muros verdes en las rampas de acceso, sistema de aprovechamiento de agua pluvial que reduce hasta 45% el consumo de agua, sistema de control de automatización y equipos de alta eficiencia que reducen entre 18 y 20% el consumo de enegía.
«La fachada de doble cristal te da la iluminación necesaria y reduce la radiación solar, lo que compensa la cantidad de aire acondicionado necesario para el edificio», comento.
Además, el desarrollo promueve el uso de transporte sustentable, como la bicicleta, para lo cual dispone de racks, regaderas y cambiadores para estimular entre los usuarios del edificio el uso de estos vehículos.
Durante la construcción, se logró desviar del relleno sanitario alrededor de 60% de los residuos de construcción, como mampostería, acero, madera y plásticos, para su reutilización.
Tambien se estableció un plan para control de erosión.» Hubo muy poca generación de polvo durante la excavación y se protegieron las coladeras pluviales y sanitarias en las vialidades», agregó Tamayo.
Fuente: El Economista, suplemento Construcción, p. 4.
Por: Rene Piña.
Publicada: marzo de 2012.