La modelo, quien encabeza la Fundación Corazones Felices (Happy Hearts Foundation) reinauguró una escuela que se vio afectada por las inundaciones registradas en Tabasco, en 2007; cuenta que ha recibido un gran apoyo del mundo de la moda para continuar con su trabajo altruista, que se enfoca en apoyar a los niños que son víctimas de desastres.
Luego de la tragedia que enfrentó Petra Nemcova tras sobrevivir al tsunami que azotó el sureste de Asia en 2004, redefinió su paso por el mundo y éste no se abocaría únicamente a desfilar por las pasarelas o a grabar comerciales para marcas de cosméticos; su misión, desde entonces, es ayudar a las víctimas de desastres naturales, a través de su fundación Corazones Felices (Happy Hearts Fundation).
“Mi deseo de ayudar surgió por varias razones, una de ellas sí está relacionada a mi experiencia personal, porque logré sobrevivir al tsunami que ocurrió mientras yo estaba en Tailandia; y la idea me vino cuando, meses después de la tragedia, regresé con mi hermana a este país y me di cuenta de las carencias y la falta de ayuda que había en los pueblos, esto me hizo notar que ahí se necesitaba algo más y comencé con la misión que ahora encabezó”, detalló Nemcova sobre sus vivencias.
La modelo se encontraba vacacionando con su novio en Tailandia a finales de 2004, y al igual que las cerca de 300 mil personas que perdieron la vida ahogadas por las gigantescas olas, Petra fue sorprendida por el terremoto que ocasionó una serie de tsunamis en las costas de Indonesia, Sri Lanka, la India y Tailandia.
“Cuando estuve de regreso, quise ver con claridad hacia dónde debíamos enfocarnos, crear un proyecto que nos ayudara a reunir donativos y que diéramos el cien por ciento de éstos a la creación de nuevos proyectos. Así nació la fundación que tiene como objetivo reconstruir la vida en los pueblos que han sido devastados por algún desastre natural.
“La idea era ser capaces de ofrecer oportunidades con soporte; mi objetivo en la vida es servir a los demás, y aunque hay varias razones, el foco principal se centra en la educación para los niños que son víctimas de desastres naturales, porque tienen tantas necesidades… sobre todo, después de desastres como éstos”, añadió.
Petra logró sobrevivir al sostenerse de una palmera por más de ocho horas, sin embargo, su pareja, el fotógrafo de modas inglés Simon Atlee, no corrió con la misma suerte, por ello es que desde hace seis años dedica su tiempo a desfilar por pasarelas a cambio de donativos para la institución que preside.
“Antes de cualquier campaña, hago un trato sobre el porcentaje destinado a esta labor, incluso los clientes se sienten más felices que yo, porque tienen la certeza de que su dinero va a tener un resultado productivo.
“Hemos recibimos gran ayuda del sector de la moda, pero ha provenido de Estados Unidos que es donde tenemos la base, sin embargo Happy Hearts Fundation está abierta a tener más relaciones para que el impulso sea mayor”, comentó la modelo.
La fundación que tiene por objetivo reconstruir escuelas damnificadas por desatres naturales y hacerlas auto-sustentables a través de un negocio adecuado a las necesidades de la comunidad.
Después de Tailandia, han sido Perú y México los países beneficiados; en este último se reubicó la escuela Arcadio Zentella, ubicada en el municipio de Jalpa de Méndez, Tabasco, con su negocio de aguas purificadas, luego de las inundaciones del 2007.
“El cien por ciento de los donativos se van íntegros a los lugares devastados por los desastres naturales. Comenzamos en Tailandia, pero nos hemos desarrollando muy rápido y ahora tenemos presencia en ocho países con 31 mil niños beneficiados.
“Uno de los primeros países que visitamos fue Perú, ahí conocimos a Carlos Muriel (presidente de ING en Latinoamérica, con quien HHF se asoció en México) y planeamos lo de las escuelas sustentables para Tabasco”, agregó.
“Es muy importante, el impacto que ha tenido la fundación, rebasó mis expectativas y agradezco a las personas que hoy colaboran con nosotros en esta labor, hemos hecho mucho en muy poco tiempo aunque sabemos que falta un largo camino que puede hacernos sentir frustrados, pero lo importante es poder ayudar aunque sea un poco”, concluyó la modelo.
La labor
Desde el 2007 comenzó la relación de Petra Nemcova con la aseguradora, pues tras el terremoto de Perú fue que la modelo conoció al director de la empresa ING, Carlos Muriel, con quienes se asociaron para crear escuelas en México.
Su interés por ayudar a víctimas de desastres naturales surgió de una experiencia personal, pero al estar más involucrada con las estadísticas mundiales se percató de que el número de catástrofes va en aumento: en 1970 hubo 78 desastres naturales y estos se incrementaron para 2004 a 354.
Hasta la fecha, en Perú se han beneficiado más de 2 mil niños pertenecientes a siete escuelas reconstruidas, mismas que hoy cuentan con su negocio.
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