Alejandro sabe que hoy por la noche, tras una larga jornada como «viene-viene» en un mercado de la Colonia Moderna, en la Delegación Benito Juárez, le esperan una cena caliente y una cama.
El ex trabajador de la Universidad Nacional Autónoma de México es una de las 900 personas en situación de calle que cada día, durante este invierno, son recibidas por el albergue Coruña del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS), como parte del programa «En frío invierno, calor humano».
Al igual que Alejandro, cientos de personas en pobreza extrema cuentan con un lugar disponible en alguno de los 52 comedores populares dispuestos por el Gobierno de la Ciudad para disfrutar de una cena caliente y, en algunos casos, para pasar la noche.
Hasta febrero próximo, 160 mil cenas, que consisten en un plato fuerte, pan, té o café, serán servidas a personas con cierto grado de marginación en el DF.
«Es una excelente comida y buena atención. Tenemos cobijas, tenemos colchonetas, tenemos todo, yo tengo que salir a ganarme el alimento cada día, ya en la tarde nos hacen favor de atendernos aquí, todo está muy bien», expresó el hombre de unos 60 años de edad.
Este albergue, ubicado en Sur 65 A 2346, Colonia Viaducto-Piedad, es uno de los siete que tiene en operación el IASIS y su capacidad es para 1 mil 200 personas.
Alejandro, quien asegura que fue trabajador técnico en la Dirección General de Preparatorias de la UNAM durante 17 años, tiene cuatro hijas, una de ellas doctora, otra contadora y la mayor trabaja en un hospital del Gobierno del DF. La menor es madre soltera. El dinero que recibe lo usa para desayunar y comer.
Albañiles, pordioseros, «vigilantes», franeleros, diableros, personas dedicadas a «palabrear» o a «charolear» acuden desde las 19:00 horas a Coruña, cuando se empieza a servir el alimento y la mayoría se queda a pasar la noche; con el alba regresan a las calles.
Un reglamento estipula que a las 10:30 se apagan las luces. Todos lo respetan.
«Aquí en mi cuarto está muy bien, hay mucho compañerismo, nos dividimos la limpieza, a mí me toca una vez a la semana, nadie se mete con nadie, aquí nadie me hace menos», comentó Darío, usuario de 35 años.
Durante el día, la mayoría de los beneficiarios se dirige a Bellas Artes, Hidalgo, o a las afueras de las terminales de autobuses, donde realizan alguna labor.
El 70 por ciento de las personas de calle en la Ciudad encuestadas por el IASIS cuenta con un trabajo, ya sea formal o informal.
Los 11 comedores están en Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Benito Juárez.
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