Thierry Fremaux, director artístico del Festival de Cannes, se disculpó tras la polémica generada por impedir el acceso en la alfombra roja a mujeres que no llevaban zapatos de tacón.
«Ofrecemos disculpas», dijo, «Quizá hubo exceso de celo», consideró el ejecutivo en una cena en el lujoso hotel Carlton este martes por la noche.
Fremaux trató de quitar impacto a la polémica que emergió después que las redes sociales propagaran que los servicios de seguridad habían impedido la entrada a algunas invitadas que iban con zapatos bajos en la proyección de la película de Todd Heynes Carol, que tiene a Cate Blanchett como protagonista.
La historia, que apareció inicialmente en la revista Screen International, provocó centenares de tuits indignados. La actriz Emily Blunt lo calificó de muy decepcionante.
«La verdad es que todo el mundo debería llevar zapatos bajos. No deberíamos llevar tacones», dijo Blunt en una conferencia de prensa tras la proyección de Sicario, película en la que actúa.
La productora Valeria Richter, cuyo dedo primer dedo (dedo gordo) de su pie izquierdo fue amputado, dijo a la BBC que la habían detenido cuatro veces porque llevaba zapatos planos cuando entraba a ver la película de Gus Van Sant, The Sea of Trees, con Matthew McConaughey, el pasado sábado por la noche.
«Me señalaron los zapatos y luego me dijeron con los dedos que no. Estaba claro que tenía razones para llevar estos zapatos», dijo Richter a la BBC Radio 5.
«Obviamente, les podía haber mostrado mi pie, pero hubiera sido una situación un poco embarazosa», agregó.
El director de Sicario, el canadiense Denis Villeneuve, bromeó conque él y las estrellas de su película, Benicio Del Toro y Josh Brolin, se pondrían tacones para la alfombra roja, esto en solidaridad con las chicas, pero al final optaron por llevar zapatos planos.
El festival emitió un comunicado este martes en el que negó que hubiera una regla oficial que regula el calzado que lleven llevar las mujeres.
«En lo que respecta a cómo hay que vestirse en la alfombra roja, las normas no han cambiado en años (esmoquin y vestidos formales para las proyecciones de gala) y no hay mención alguna sobre la altura de los tacones de los zapatos de las mujeres ni de los hombres», dice el comunicado.
La alfombra roja de Cannes, una de las más elegantes del mundo, está llena de exigencias para los famosos, aunque hasta el momento no se habían involucrado con el tipo de calzado.
«Existe una tradición», dijo Cate Blanchett, quien protagoniza Carol junto a Rooney Mara. «Hay algo en cierto modo caballeroso al respecto».
Mientras la mayoría de las red carpet son una vorágine desordenada, la de Cannes funciona como un reloj. Dos o tres veces al día, una extensa caravana de vehículos, con chofer del festival, traslada a las estrellas a los estrenos en la principal calle de Cannes, la Croisette, dejándolos en uno de los extremos de la alfombra.
Los famosos sólo caminan luego de que la mayoría de los invitados han entrado, haciendo pausas en algunos puntos para posar ante los fotógrafos, que también deben apegarse al código de vestimenta del festival y llevar esmoquin.
Entonces, actores y directores suben los 24 escalones del Palacio y se detienen un momento para posar nuevamente a las puertas del teatro, donde son recibidos por los directores del festival. Es una ascensión literal y metafórica al firmamento real del cine.
«Uno sube las escaleras de las pirámides», explicó Cate Blanchett. «Usualmente la mayoría de las alfombras rojas tienen mucha repetición».
En el festín, las estrellas deben cumplir los muchos protocolos y aceptar que los guardias les digan que no pierdan el tiempo o retrasen las cosas tomando sus propias fotografías.
«Es gracioso porque hay tantas reglas», comentó el cineasta griego Yorgos Lanthimos, quien estrenó su drama satírico The Lobster, protagonizado por Colin Farrell.
«Uno debe caminar en fila. Te dicen cuando voltear y de qué modo tienes que hacerlo. Es una situación muy chistosa, alegre, ridícula, extraña, incómoda».
Además del desfile, el certamen fílmico se ha convertido en una importante pasarela de moda.
«En mi juventud nunca le presté atención al glamour», dijo Jane Fonda, coprotagonista de la cinta de Paolo Sorrentino Youth que se estrenó este miércoles. «En aquella época si uno venía a Cannes o asistía al estreno de una película en Estados Unidos, nadie preguntaba, ‘¿Qué llevas puesto?’. ¡Habríamos pensado que estaban locos! ‘Llevo ropa. ¿A qué te refieres?'».
La formalidad de la procesión le da un sabor surrealista, como de cuento de hadas.
«Sentí que me estaba casando», dijo Mara de su debut en la alfombra roja de Cannes.
«Solía ponerme muy muy nervioso y molestarme. Sencillamente lo odiaba, me sentía tan falso», confesó John C. Reilly, un veterano en Cannes que asistió a dos estrenos este año como astro de The Lobster y Tale of Tales, de Matteo Garrone.
«Ahora ya estoy acostumbrado. No me lo tomo como algo personal. Quieren tomarme fotos porque estoy en esta película y llevo un lindo traje. Tan pronto como dejen de gritar mi nombre, empezarán a gritar el de alguien más».
Fuente: Reforma