La multinacional española de moda Zara y otras dos compañías argentinas fueron acusadas de utilizar empresas contratistas que emplean en condiciones de explotación a trabajadores inmigrantes, algunos de ellos indocumentados, según denunció la organización no gubernamental La Alameda.
Esta ONG, que en el pasado trabajó con el papa Francisco en contra de la trata de personas, sostiene que Zara y las argentinas Cara y Cruz y Ayres utilizaban como proveedores a tres talleres de confección ubicados en Buenos Aires. Estos talleres fueron clausurados por el gobierno de la ciudad por severos problemas de higiene, seguridad y falta de permisos a raíz de la denuncia.
«Son talleres clandestinos donde la gente está hacinada, son todos inmigrantes, muchos que no tienen la documentación regular», sostiene el presidente de La Alameda, Gustavo Vera.
Su organización protestó el martes frente a un local de Zara en el centro de Buenos Aires y remitió los antecedentes a un tribunal federal para investigar la causa.
“Estamos denunciando básicamente reducción a la servidumbre, presunción de trata de personas con fines de explotación laboral. Se trata de tres talleres donde el común denominador eran costureros… de seis a diez, once de la noche, cobrando una cuarta parte del convenio colectivo», dijo Vera.
«Las imágenes dan cuenta de que es un lugar en una situación absolutamente espantosa, con cables sueltos, material inflamable, mucho polvillo, hacinados, realmente viviendo como si fueran animales», agregó.
La empresa Cara y Cruz dijo no haber recibido ninguna notificación legal así como desconocer si tienen vinculaciones con talleres clandestinos. La compañía textil Ayres, también involucrada en la denuncia, no devolvió los llamados de CNN, al igual que la filial de Zara en Argentina
En tanto, Zara España manifestó al diario español El País que están indignados por la denuncia y que desconocen los hechos, e insistió en que su política es de cero tolerancia frente a estas situaciones.
“Hacemos auditorías regularmente a los 60 proveedores que tenemos en Argentina. Hemos hecho 300 en los últimos dos años y comprobamos que cumplían con los estándares de conducta que nosotros establecemos. Nos sentimos indefensos ante la denuncia. Estaríamos encantados de apoyar a Alameda, tanto con la denuncia de estos supuestos hechos como con mejorar las condiciones del sector textil en Argentina”, dijo Zara en un comunicado.
Para el presidente de La Alameda, la reacción de Zara «es hipocresía».
De acuerdo con una ley argentina que data de 1936, las empresas de confección de ropa tienen responsabilidad laboral sobre las condiciones laborales en que funcionan los talleres de costura.
En 2011, Zara se vio salpicada por un escándalo en Brasil tras conocerse que la empresa compró ropas fabricadas por 67 inmigrantes bolivianos y peruanos sometidos a condiciones de trabajo similares a la esclavitud. El gobierno sancionó a la empresa con una multa de alrededor de 1,8 millones de dólares.
Fuente: CNN