Venezuela fue elegido para ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a pesar de muchos esfuerzos internacionales como el de Estados Unidos para disuadir a los estados miembros a que no votaran a favor del gobierno del presidente en disputa Nicolás Maduro.
No obstante, antes de la elección, diferentes organizaciones no gubernamentales, entre ellas Human Rights Watch (HRW), urgieron a rechazar la candidatura de Venezuela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, debido al historial del régimen de Nicolás Maduro.
Venezuela no pinta nada en el Consejo de Derechos Humanos
Louis Charbonneau, director de HRW para Naciones Unidas.
Charbonneau llamó a los países de la Asamblea General de la ONU a hacer todo lo posible para frenar la candidatura venezolana.
Venezuela compitió con Brasil y Costa Rica por dos escaños disponibles para la región de América Latina y el Caribe.
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, la candidatura costarricense, anunciada este mes, tiene como objetivo declarado evitar que el régimen de Maduro se haga con uno de los puestos en el Consejo de Derechos Humanos.
«En total, más de medio centenar de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos se han unido para oponerse a las aspiraciones venezolanas».
De acuerdo con la ONG Servicio Internacional para los Derechos Humanos (ISHR, en inglés), con sede en Ginebra, Venezuela no cumple con los requisitos para ser parte del organismo de la ONU.
El ISHR evalúa cada año la cooperación de los candidatos con Naciones Unidas y su apoyo a los derechos humanos y, en el caso venezolano, considera que suspende en 14 de los 15 criterios a examen.
Las ONG dicen que la elección de Venezuela sería “una bofetada” para los millones de venezolanos afectados por la crisis en el país.
Desde hace meses, Venezuela se convirtió en el primer país latinoamericano en ser investigado por el propio Consejo de Derechos Humanos, que aprobó la creación de una comisión para estudiar los presuntos abusos del Gobierno.
Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, señaló en un informe muchas de esas acusaciones y documentó al menos 6 mil muertes en operaciones de seguridad desde 2018.
Por su parte, Beatriz Borges, directora del venezolano Centro de Justicia y Paz (Cepaz), dice que elegir a Venezuela supondría “minar la integridad” del Consejo de Derechos Humanos, por lo que urgió a los Estados miembros a oponerse.
Según lo expusieron las ONG, hay candidatos que tienen historiales de derechos humanos problemáticos como Brasil, pero también subrayaron el caso de Venezuela.
“Venezuela es por quién estamos realmente preocupados”, dijo Charbonneau, que admitió en todo caso que a HRW le preocupa la “retórica hostil” con los derechos humanos del presidente brasileño, Jair Bolsonaro; su gestión de la Amazonía y la violencia policial.“Pero Brasil no es una Venezuela”.
Junto a América Latina y el Caribe, los grupos de Europa del Este (con Armenia, Moldavia y Polonia compitiendo por dos puestos) y de Asia (con Indonesia, Irak, Japón, Islas Marshall y Corea del Sur luchando por cuatro asientos) tendrán elecciones competidas. Mientras, en África llegan sin oposición Benin, Libia, Mauritania y Sudán, y en Europa Occidental lo hacen Holanda y Alemania.