A pesar de que en los aeropuertos existe mucha seguridad para evitar el transportación de drogas o la trata de blancas, no ha sido suficiente para eliminar por completo esta situación.
Ante ello, la Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las naciones Unidas (ONU) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), lanzarán una guía para que las aerolíneas puedan capacitar a su personal para identificar casos de trata de personas dentro de los aviones.
«Si los tripulantes de cabina sospechan que hay un caso de trata a bordo de una aeronave, es necesario evaluar adecuadamente la situación, antes de iniciar cualquier respuesta».
Una de las acciones que delatarían un posible caso de trata es que un pasajero no controle su documentación o lleve documentos falsos, desconozca su destino final, no pueda expresarse directamente y de manera correcta o que no tenga libertad de movimiento para alejarse de quienes le acompañen en el avión.
Si la tripulación identifica a una posible víctima, se sigue un procedimiento específico de notificación, tanto si el avión se encuentra en el aire o en la tierra siempre y cuando exista la mayor seguridad para la víctima o los pasajeros.
Durante el 2010 se adoptó un Plan de Acción Global para Combatir la Trata de Personas en el que instaba a los Estados a adoptar planes de acción nacionales para poner fin a este delito.
México es el país que ocupa el quinto lugar mundial en trata de personas, según el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales. De acuerdo con un diagnóstico realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos en 2014, se logró identificar que el 87.9% de las víctimas de trata en el país, son mexicanas.
93.4% de las víctimas son mujeres, 26.5% menores de edad y 71.7% adultos.
De acuerdo con Animal Político, el comisionado nacional de seguridad dijo que la actual administración han sido desarticuladas 37 bandas que se dedicaban a se ilícito, 559 personas de distintas nacionalidades han sido detenidas por la explotación de personas.
La trata de personas es uno de los delitos más redituales, el cual deja ganancias anuales de más de 150 mil millones de dólares.
