En un reciente informe, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alerta sobre la amenaza de un incremento en las tasas de homicidios a nivel mundial debido al cambio climático y el consiguiente aumento de las temperaturas, especialmente en África y América.
Como señalan los datos de un artículo del periódico El País, el año 2023 ha sido un año que rompió récords respecto a los aumentos bruscos de temperatura. Mientras que en la región del Cuerno de África se presentaron cinco temporadas continuas de sequía fueron seguidas por inundaciones.
Simultáneamente, en diversas áreas de Latinoamérica, la sequía se intensificó significativamente. En el norte de Argentina y Uruguay, las lluvias acumuladas entre enero y agosto disminuyeron entre un 20% y un 50% en comparación con la media histórica.
Bajo la misma línea, el Estudio Global sobre Homicidios de la ONU, encontró posible relación entre determinado tipo de homicidios y el cambio climático. Te contamos los detalles aquí:
Cambio climático: más allá de los impactos ambientales convencionales
Los resultados del Estudio Global sobre Homicidios subrayan que el calentamiento global, ya evidente con un aumento de más de un grado en la temperatura media de la Tierra desde 1980, podría intensificar la violencia, aunque aún se carece de datos suficientes para establecer una correlación directa entre ambos fenómenos.
Los expertos de la ONU destacan que los continentes más afectados por esta posible relación entre el cambio climático y el aumento de la violencia serían África y América. El informe también señala que el incremento de la tasa de homicidios debido a un mayor número de días de calor peligroso se incrementaría en estas regiones.
Las consecuencias de este fenómeno, como la inseguridad alimentaria, los desplazamientos y la degradación de los ecosistemas, se consideran graves y de gran alcance. Se estima que las poblaciones más afectadas serán aquellas de naciones insulares y países de bajos ingresos, que ya se encuentran en regiones cálidas y carecen de recursos para adaptarse o compensar las consecuencias negativas del cambio climático.
A pesar de las tendencias históricas que sugieren una disminución gradual de la tasa mundial de asesinatos, excluyendo conflictos bélicos y atentados terroristas, el informe destaca que el crecimiento demográfico podría resultar en un aumento absoluto de homicidios en los próximos años, incluso si la tasa porcentual continúa disminuyendo.
ODS’s y la crisis climática:
El informe enfatiza la importancia de la meta 16.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que busca reducir significativamente todas las formas de violencia. No obstante, advierte que alcanzar esta meta será un desafío, considerando factores demográficos, socioeconómicos y climáticos.
Aunque el número anual de homicidios registrados en todo el mundo alcanzó su punto máximo en 2021, el informe resalta la tendencia a largo plazo de la disminución gradual de la tasa de homicidios, que pasó de 6.9 a 5.8 por cada 100,000 habitantes entre el año 2000 y 2021.
La ONU hace hincapié en que abordar esta problemática requerirá esfuerzos concertados a nivel global para mitigar los impactos del cambio climático y trabajar hacia un futuro más sostenible y seguro.
Combatir el cambio climático como pilar fundamental
Esta posible vinculación entre el cambio climático y el aumento de la violencia pone de relieve la necesidad apremiante de adoptar acciones para reducir las emisiones de carbono y mitigar los impactos negativos del cambio climático.
Al reconocer que las poblaciones más vulnerables son las que sufrirán en mayor medida, se destaca la necesidad de un enfoque equitativo y justo en la lucha contra el cambio climático. La inversión en energías renovables, la adopción de prácticas sostenibles y la implementación de políticas climáticas comprenden parte de la solución.
No obstante, la acción colectiva y la participación activa de gobiernos, comunidades y sectores industriales inciden directamente en la adopción de medidas audaces y sostenibles que aseguren un futuro seguro y sustentable. La preservación de la paz y la seguridad globales depende en gran medida de la capacidad de la sociedad internacional para abordar de manera integral la amenaza del cambio climático.