El Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, urgió al Gobierno mexicano a implementar medidas estructurales en el País para combatir la obesidad y el sobrepeso, que afectan al 70 por ciento de la población adulta.
En su informe sobre la misión a México, realizada en junio de 2011, el Relator recomendó analizar la posibilidad de establecer impuestos para desalentar el consumo de productos altos en calorías, como los refrescos, y permitir el acceso a alimentos que permitan a los mexicanos tener una dieta saludable.
«(Que) estudie la posibilidad de imponer impuestos para desalentar las dietas ricas en energía, en particular el consumo de refrescos, y de conceder subvenciones a las comunidades pobres para que puedan acceder al agua, la fruta y las verduras; y tenga en cuenta el efecto de las políticas agrarias y comerciales en las dietas de la población», planteó en el reporte que ayer fue presentado.
Advirtió que, aún cuando en México se duplicó el consumo de bebidas azucaradas de 1996 a 2006, el Gobierno federal no incluyó en el Acuerdo Nacional por la Salud Alimentaria un aumento a los impuestos en los refrescos y a los productos ricos en azúcares y grasas por la presión de la industria agroalimentaria representada por ConMéxico.
«El propio acuerdo es un instrumento de política blanda, sin objetivos vinculantes en la legislación. Atribuye el problema del sobrepeso y la obesidad al comportamiento de los consumidor, cuando en realidad procede del sistema de alimentación en su conjunto», subrayó.
En videoconferencia desde Ginebra, donde expuso a una delegación del Gobierno mexicano su reporte, el experto advirtió sobre la cantidad de recursos que tiene que invertir el País en atender el problema de la obesidad: 42 mil millones de pesos en 2008 y 78 mil millones de pesos en 2017.
«Esto es lo que el sector Salud tendrá que pagar por no haber implementado políticas que aborden el tema de la nutrición en sus políticas alimentarias y agrícolas», remarcó.
Explicó que una de las razones principales del aumento del sobrepeso en la población mexicana es la liberalización comercial y de inversión que ocurrió a raíz del Tratado de Libre Comercio, entre Estados Unidos, Canadá y México.
Dijo que desde 1994, año en que entró en vigor el acuerdo, la industria de alimentos estadounidense ha crecido en el País entre 5 y 10 por ciento cada año. Reflejo de ésto, añadió, que se duplicó el consumo de Coca Cola entre los niños en una década.
En tanto, alertó, las verduras y las frutas nacionales han sido exportadas cada vez más a los grandes mercados norteamericanos, ocasionando que los mexicanos consuman dietas con alimentos altamente procesados y con gran cantidad de grasas, sales y azúcares.
«Todo esto produce sobrepeso, obesidad, y muchas enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes», subrayó.
En el informe, De Schutter dijo que las políticas agrarias actuales fomentan la producción de cereales, ricos en carbohidratos, pero pobres en nutrientes, obstaculizando la modificación de los hábitos de consumo.
«La consecuencia de ello es que, para muchos mexicanos, especialmente en las zonas urbanas o en los estados septentrionales del País, el cambio a dietas más saludables se está volviendo cada vez más difícil», sostuvo.
Fuente: Reforma.com
Por: Verónica Sánchez.
Publicada: 7 de marzo de 2012.