El Día Internacional de la Madre Tierra es una oportunidad para reflexionar sobre cómo ha tratado la humanidad al planeta, y seamos sinceros: hemos sido malos custodios. Y aunque un flujo constante de informes del IPCC ha pintado una imagen legítimamente preocupante, no hay que perder la esperanza, ya que la ONU trabaja por el medio ambiente.
Hay más ideas innovadoras para una acción climática seria que nunca y en todo el mundo, la gente está creando soluciones para ayudar a reparar el daño que se ha hecho a nuestro frágil hogar.
Situación: Emergencia
De acuerdo con News UN, la Tierra se enfrenta a una «triple crisis planetaria»: la alteración del clima, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, así como la contaminación y los residuos.
Esta triple crisis amenaza el bienestar y la supervivencia de millones de personas en todo el mundo. Los componentes básicos de una vida feliz y saludable —agua limpia, aire fresco, un clima estable y predecible— están en desorden, poniendo en peligro los ODS.
António Guterres, Secretario General de la ONU.
La buena noticia es que todavía se puede hacer algo, como lo destaca António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya que hace 50 años, los líderes se reunieron en Estocolmo para la crucial Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, poniendo en marcha un movimiento global.
Desde entonces, hemos visto lo que es posible cuando actuamos unidos. Hemos reducido el agujero de la capa de ozono, ampliado la protección de la fauna y los ecosistemas. Hemos puesto fin al uso de combustibles con plomo, evitando millones de muertes prematuras.
Y justo el mes pasado, lanzamos un esfuerzo mundial sin precedentes para prevenir y acabar con la contaminación por plásticos.
António Guterres, Secretario General de la ONU.
Pero la evolución positiva no se ha detenido ahí, el derecho recientemente reconocido a un medio ambiente sano está ganando adeptos y los jóvenes están más comprometidos que nunca en la lucha para hacer frente a la crisis ambiental.
Hemos demostrado que, juntos, podemos hacer frente a retos monumentales.
António Guterres, Secretario General de la ONU.
Conoce cómo la ONU trabaja por el medio ambiente
Por supuesto, hay que hacer mucho más —y más rápido— para proteger nuestro entorno, sin embargo, también hay que destacar lo que se está consiguiendo por ello, te presentamos cinco proyectos que se están llevando a cabo en todo el mundo y que tienen como objetivo reparar el daño que hemos causado.
Estas soluciones son algunas de las iniciativas fundadoras del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas, un grito de guerra lanzado para sanar a nuestro planeta, cuyo objetivo es prevenir, detener e invertir la degradación de los ecosistemas en todos los continentes y océanos.
1. Convertir las minas de carbón en sumideros de carbono
En los Apalaches, una región geográfica y cultural del este de Estados Unidos —que incluye Kentucky, Tennessee, Virginia y Virginia Occidental—, la ONG Green Forests Work (GFW) está restaurando los bosques de las tierras afectadas por proyectos de minería en superficie de carbón.
Este tipo de extracción se utiliza cuando el carbón está a menos de 60 metros bajo tierra. En esta técnica, grandes máquinas retiran la capa superior del suelo y las de roca, dejando al descubierto los filones. Los mineros también pueden dinamitar las cimas de las montañas y eliminarlas para acceder a los yacimientos.
Una vez terminada la explotación, lo que antes era un bosque suele convertirse en pastizales compuestos a menudo por especies no autóctonas. Esto supone, por supuesto, la pérdida de grandes extensiones de zonas boscosas y el desplazamiento e incluso la pérdida de flora y fauna.
Para revertir este increíble daño, desde 2009, Green Forests Work ha restaurado las tierras minadas plantando casi 4 millones de árboles nativos en más de 6,000 acres.
Muchas tierras minadas se encuentran entre los mejores lugares para plantar árboles con el fin de mitigar el cambio climático.
Dado que los suelos de estas tierras recuperadas tienen inicialmente muy poco carbono orgánico, pueden servir como sumideros de carbono durante décadas, si no siglos, mientras los bosques crecen y construyen los suelos.
Michael French, Director de Operaciones de GFW.
French destaca que al restaurar los bosques nativos, se están reiniciando los servicios que el ecosistema proporciona a la sociedad, incluyendo aire y agua limpios, mejora del hábitat de la vida silvestre, mitigación del cambio climático a través del secuestro de carbono, así como una base de recursos económicos sostenibles.
En GFW esperamos que todo el mundo pueda salir y experimentar las maravillas del mundo natural y hacer su propia contribución para mejorar el mundo que les rodea este Día de la Tierra y todos los días.
Michael French, Director de Operaciones de GFW.
2. Restaurar la conectividad del ecosistema
Hace veinte años, una fotografía de satélite del extremo suroccidental de Australia —que mostraba la enorme extensión de la vegetación natural perdida a causa de la actividad humana desde el asentamiento europeo— inspiró a un grupo de activistas a formar Gondwana Link.
La imagen mostraba cómo dos tercios de la vegetación de la región habían sido talados a lo largo de miles de kilómetros y, en gran parte de la región agrícola, existía menos del 5-10% de su matorral original.
Sin embargo, las personas de Gondwana Link se dieron cuenta de que muchos focos de biodiversidad permanecían intactos en zonas de conservación, aunque desconectados, a lo largo de 1,000 kilómetros.
Ni siquiera las manchas más grandes de hábitats naturales pueden garantizar la supervivencia o la evolución continuada de las especies si permanecen aisladas unas de otras.
Por ejemplo, muchas especies de aves y animales se están reduciendo a pequeñas poblaciones aisladas y sometidas a estrés. Por lo que si no se reconectan estas zonas, muchas especies podrían perderse, algo que la organización está trabajando para evitar.
Los hábitats se protegen, gestionan, restauran y reconectan a lo largo del gradiente climático por el que se moverá la fauna ante el cambio climático, desde los bosques semiáridos hasta los altos bosques húmedos.
Este trabajo se está llevando a cabo de forma que apoye las aspiraciones de los pueblos noongar y ngadju, que fueron desposeídos en la época colonial pero que ahora están recuperando el derecho y la capacidad de ser gestores de la tierra una vez más.
Keith Bradby, director general de Gondwana Link.
Bradby describe cómo se han conseguido avances significativos con el trabajo de un amplio abanico de grupos, empresas e individuos que han contribuido a un área de 16 millones de hectáreas ahora reconocida como los Grandes Bosques del Oeste.
Se han comprado más de 20,000 hectáreas de tierras de labranza en las lagunas críticas del hábitat, con grandes franjas bajo plantación de restauración y la vida silvestre ya está regresando. Nuestro gobierno estatal ha anunciado el fin de la tala en nuestros bosques autóctonos.
Keith Bradby, director general de Gondwana Link.
El trabajo de la organización ha sido reconocido en todo el mundo como un ejemplo de lo que es la restauración de ecosistemas a gran escala. «Todos los días pueden ser el Día de la Tierra. Podemos hacerlo, y cuantos más seamos, mejor», resalta el activista.
3. Trasplante de fragmentos de coral «supervivientes»
El Parque Nacional del Cayo de los Pájaros Risueños, un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO en Belice muestra un arrecife de coral restaurado que anteriormente fue víctima de un evento de blanqueamiento y estaba en peligro de muerte.
Los arrecifes se encuentran entre los ecosistemas biológicamente más diversos y valiosos de la Tierra, ya que albergan el 25% de toda la vida marina. Lamentablemente están en peligro de desaparecer, debido al aumento de la temperatura y la acidez de los océanos como consecuencia del cambio climático.
El perderlos tendría consecuencias devastadoras no solo para las especies marinas, sino para más de mil millones de personas en todo el mundo que se benefician directa o indirectamente de ellas.
Ante ello, la organización comunitaria, Fragments of Hope, está resembrando con éxito los arrecifes devastados mediante la plantación de corales genéticamente robustos, diversos y resistentes en el sur del país centroamericano.
Como buceadora, Lisa Carne, fundadora de la iniciativa, explica que cuando miró que algunos corales se recuperaban decidió investigar más, para consolidar un especie más resistente. «Son los supervivientes más fuertes los que estamos propagando y con los que estamos reponiendo el arrecife», indica.
Nuestro trabajo es importante porque nos esforzamos por evitar la extinción de los corales acroporios del Caribe, que están catalogados como en peligro crítico de extinción, es decir, a un paso de la extinción en la naturaleza.
Creemos que también es importante educar e inspirar a la gente para que haga más por entender los arrecifes y las amenazas que se ciernen sobre ellos, como el cambio climático.
Lisa Carne, fundadora de Fragments of Hope.
Desde principios de la década de 2000, Carne y otras personas han cultivado corales sanos en viveros y los han trasplantado a mano en aguas poco profundas. Actualmente, se han plantado con éxito más de 49,000 fragmentos de coral producidos en el vivero en el Parque Nacional del Cayo de las Risas.
Dichos especímenes tienen más de seis años de supervivencia y se consideran los más longevos documentados en el Caribe, además incluyen lugares de plantación como el Cayo Moho (con más de 11,000 corales plantados) y el Cayo Seda Sur (cerca de 2,000 corales plantados).
4. Restauración de cuencas hidrográficas afectadas por la crisis climática en los Andes
Otro ejemplo de los esfuerzos de restauración y conservación a gran escala se da en la cordillera de los Andes, en Sudamérica, donde las comunidades locales de cinco países diferentes trabajan juntas para cultivar y plantar árboles autóctonos y proteger sus fuentes de agua.
Constantino Aucca Chutas, fundador de la ONG Acción Andina, explica que los bosques nativos, especialmente las especies de Polylepis —arbustos y árboles endémicos de las regiones de media y alta elevación de los Andes tropicales— y los humedales ayudan a crear y almacenar grandes cantidades de agua en torno a sus raíces, suelos y musgos.
Los bosques nativos se han perdido en gran medida en los Andes durante los últimos 500 años tras la conquista española.
Con el rápido derretimiento de los últimos glaciares andinos, la seguridad del agua se está convirtiendo en un problema importante para las comunidades locales e incluso para las principales ciudades sudamericanas.
Constatino Aucca Chutas, cofundador de la ONG Acción Andina.
El activista señala que los bosques son nuestros mejores aliados para adaptarnos al cambio climático y ayudarán a asegurar el agua para nuestros medios de vida en las próximas décadas, por ello se tienen que recuperar.
Y eso es exactamente lo que está haciendo Acción Andina: para finales de 2022, habrá plantado más de 6 millones de árboles nativos en los Andes y tiene como objetivo es proteger y restaurar un millón de hectáreas de bosques en los próximos 25 años.
Hemos encontrado una forma única de hacerlo: estamos reviviendo las antiguas tradiciones incas de ‘Ayni y Minka’, que significa colaboración y servicios comunitarios en nuestra cultura quechua local.
Con nuestra creciente red de ONG locales asociadas, ayudamos a las comunidades a proteger los bosques que quedan.
Invertimos en viveros locales para que crezcan nuevos bosques nativos; organizamos festivales de plantación comunitarios —nuestro renombrado Queuña Raymi— para plantar hasta 100,000 árboles en un solo día; y estamos apoyando a las comunidades para que se ganen la vida con estas nuevas oportunidades de restauración.
Constatino Aucca Chutas, cofundador de la ONG Acción Andina.
Asimismo, afirma que mientras los líderes mundiales siguen hablando solo de posibles soluciones al cambio climático, miles de personas ya están actuando sobre el terreno.
«Movilizar a miles de personas para restaurar los bosques y lograr una acción climática inmediata es posible […]. Nuestra Madre Tierra está cansada de ver toda esta hipocresía, comodidad y ego de los líderes que pueden decidir y poner sobre el terreno las soluciones para tener un planeta sano», sentencia Aucca.
5. Restauración de las hierbas marinas que absorben carbono
Las praderas marinas proporcionan alimento y refugio a muchos organismos marinos. Son ecosistemas multifuncionales y a menudo se denominan hábitats de cría porque suelen albergar peces jóvenes, especies más pequeñas e invertebrados.
Al ser plantas, las praderas marinas realizan la fotosíntesis del mismo modo que las terrestres, utilizando la luz solar para sintetizar nutrientes a partir del dióxido de carbono y el agua y liberando oxígeno.
Esto significa que son una herramienta esencial para combatir el cambio climático, además de sus funciones biológicas. Pero, en los últimos 40 años, el mundo ha perdido un tercio de las praderas marinas debido a la presión sostenida del desarrollo costero, el deterioro de la calidad del agua y, por supuesto, el cambio climático.
El Proyecto Seagrass del Reino Unido lleva una década trabajando para invertir esa tendencia, con la ayuda de más de 3,000 voluntarios, ha conseguido plantar más de un millón de semillas y concienciar sobre la importancia de dichos ecosistemas. Con dos hectáreas restauradas con éxito, la organización ha demostrado que la restauración de las praderas marinas a gran escala en el Reino Unido es posible.
Sigamos en el camino
Los anteriores son solo cinco ejemplos de los más de 50 proyectos registrados en el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. Hay miles de personas y organizaciones que ya están marcando la diferencia para proteger nuestro planeta.
Recuerda que en septiembre de este año, cuando la Asamblea General de la ONU se reúna, se darán a conocer los 10 proyectos emblemáticos de restauración mundial, es decir, los ejemplos más prometedores de restauración de ecosistemas a largo plazo.
Finalmente, como dijo el Secretario de la ONU, solo tenemos una Madre Tierra por lo que recuperar los entornos al borde de la degradación y la pérdida es posible, y personas de todo el mundo ya lo están haciendo realidad.
GRACIAS A LA ONU ,QUE COMO ORGANO RECTOR NOS DA LA ALERTA PARA QUE EL MUNDO TOME CONCIENCIA DE NUESTRA UNICA CASA DONDE HABITAMOS Y HAY QUE CUIDARLA …PORQUE ESTA ENFERMA ,A ¡¡ UNIRNOS TODOS ¡¡¡¡