Un elemento importante en los costos de cualquier organización es la energía (eléctrica o térmica), casi a cualquier gerente de finanzas que se le pregunte cuales son los tres elementos más importantes que influyen en la estructura de gastos, puede mencionar diversos, dependiendo si se es una empresa de servicio, comercial o industrial, pero uno de ellos es necesariamente la energía, la cual ha estado subiendo de una forma constante y más arriba de la inflación, por lo tanto es necesario dar un poco más de atención a este rubro tan poco atendido por muchas organizaciones.
El precio del KW y KWh, que es como normalmente la CFE venda la energía eléctrica se ha incrementado en el último lustro en poco más de 35% (dependiendo de la tarifa, de la zona, de muchos factores) pero algo si es real, se ha incrementado en México y en el mundo y esto es debido a que el precio de la energía está indexado al precio del petróleo y el precio de un barril en el año 2000 era de 30 USD (dólares americanos) y hoy es de más de 100 USD, por lo anterior, el precio de la energía se ha incrementado para todos los países de mundo y por lo tanto para todas las organizaciones. Una muy adecuada opción para disminuir la facturación mensual de la energía es utilizando inteligentemente la misma.
México ha adoptado una política de energías renovables y fija objetivos de energías verdes. La razón principal es lograr ser menos dependientes de combustibles fósiles, que influyen en el cambio climático pero también para dar entrada a las nuevas tecnologías que definirán el rostro industrial y comercial del planeta para la segunda mitad del siglo XXI.
Desarrollar una estrategia de administración de la energía
La administración de la energía es un tema que va más allá de solo apagar motores en determinadas horas, significa todo un nuevo esquema de monitoreo y eficiencia en el uso de la misma, afortunadamente existen en México diversas empresas que ofrecen los servicios y equipos para la correcta gestión de la energía, pero sigue siendo una idea que solo la tienen en mente las grandes empresas, desafortunadamente las PYMES no han tenido mucho interés en este tipo de tecnología, una razón puede ser el monto inicial de inversión, pero la razón más de peso es que no han visto la gestión adecuada de la energía como una opción para obtener ahorros.
Si se le pregunta a un gerente de operaciones o de mantenimiento si tiene una estrategia de gestión energética, se puede encontrar que menos de un tercio de las empresas ha implementado un sistema de gestión ambiental y mucho menos tienen una estrategia para eficiencia energética, por lo tanto se ofrecen muchas oportunidades para reducir los costos operativos de las organizaciones por medio de un consumo eficiente de la energía.
Para implementar una estrategia de administración de la energía que sea congruente con la estrategia general de la empresa, se deben considerar los siguientes puntos:
– Medición del consumo de energía en las diversas áreas, secciones, edificios o como mejor convenga a la realidad de cada empresa.
– Analizar la eficiencia de las actuales tecnologías que se utilizan (iluminación, motores, calderas, etc.)
– Conocer los históricos de consumo y los incrementos mensuales que se tendrán con base en los estimados de producción para poder planear mejor los horarios de producción.
– Conocer los precios de la energía cada mes en la página de la CFE para estimar con mayor precisión el precio que se obtendrá y si está siendo realmente considerado en los costos de producción y precio de venta
El desarrollo de la estrategia de energía debe ser relevante para las actividades de la organización, tomando en cuenta si es empresa de servicios, comercial o industrial, esto es clave para garantizar el éxito. Para implementar un sistema de gestión de la energía es necesario realizar una auditoría de la situación con respecto al uso de la energía en oficinas, almacenes, talleres, etc. y de esta forma desarrollar un sistema de gestión de la energía con objetivos medibles para cada área, monitorear y corregir si es necesario, lo anterior suena como mucho trabajo pero los ahorros obtenidos bien valen la pena.
Fuente: Oficina Verde