En el que podría ser el fallo de mayor cuantía en una demanda medioambiental, un juez ecuatoriano ordenó este lunes a la petrolera estadounidense Chevron Corp. pagar US$9.500 millones para limpiar la contaminación en la selva tropical del país.
No es lo único. Si la compañía no se disculpa públicamente dentro de un plazo de 15 semanas, el juez determinó que tiene que pagar el doble.
El veredicto pone punto final a un capítulo de un drama legal que se ha desarrollado en los tribunales de Ecuador y Estados Unidos durante casi dos décadas, lapso en el que las partes se han acusado mutuamente de cometer irregularidades.
Chevron, sin embargo, propinó un golpe importante en los últimos meses al dar a conocer un memorando secreto que revela la estrategia de los demandantes para hacer cumplir el fallo en distintos países del mundo. Eso implica que la petrolera podría verse obligada a defenderse en los múltiples países en los que opera.
Chevron, que niega cualquier responsabilidad por la contaminación, no tiene presencia en Ecuador y ha prometido combatir todos los esfuerzos para expropiar sus activos en el exterior. Otras multinacionales siguen muy de cerca el caso, que podría tener grandes repercusiones para las empresas que operan en el extranjero.
La parte demandante, habitantes de la selva amazónica ecuatoriana, una zona rica en petróleo, quiere que Chevron se haga responsable de los daños ambientales que, según acusa, fueron causados por Texaco Inc., que operó en el país entre 1965 y 1992. Chevron heredó el caso cuando compró Texaco en 2001.
El fallo en sí mismo no constituye ninguna sorpresa. Chevron ha dicho durante más de un año que esperaba perder el juicio en Ecuador, donde afirma que la colusión entre el Gobierno y los demandantes ha imposibilitado un dictamen justo.
La compañía aseguró este lunes que apelará la decisión y resaltó que no pagará la multa ni ofrecerá disculpas como solicitó el juez.
«Creemos que es ilegítimo e inejecutable», dijo el portavoz de Chevron, Kent Roberston, respecto al fallo.
«Es el producto de un fraude y es contrario a la legítima evidencia científica».
La parte acusadora niega los cargos de fraude realizados por Chevron e insiste en que la evidencia científica respalda sus acusaciones de daño ecológico.
Añadió que no se referirá en detalle al fallo del juez hasta tener una oportunidad de revisar el documento de 200 páginas.
Para los demandantes, el fallo representa una buena noticia después de meses de fracasos en los tribunales de Estados Unidos que los dejaron divididos y en busca de fondos.
La victoria, no obstante, podría ser efímera. La semana pasada, un panel internacional le concedió a Chevron una orden judicial preliminar que podría bloquear los esfuerzos de los demandantes por ejecutar el fallo.
Los demandantes reaccionaron con cautela ante el dictamen.
Steven Donziger, un abogado de Nueva York que llevó adelante el caso hasta que las acusaciones de fraude de Chevron lo marginaron no quiso hacer comentarios. Los demandantes emitieron una declaración de su abogado en Ecuador, Pablo Fajardo.
«Creemos que el fallo de hoy (de este lunes) confirma lo que los demandantes sostuvieron durante los pasados 18 años respecto a la intencional e ilegal contaminación de Chevron de la selva de Ecuador», dijo Fajardo.
«Llamamos a la compañía a terminar con sus ataques y a buscar con los demandantes soluciones comunes», agregó.
Bajo la legislación ecuatoriana, Chevron no está obligada a pagar sino hasta después de una apelación inicial, un proceso que podría demorar meses. Pero incluso si la petrolera no paga un centavo, el fallo podría agravar lo que ya se ha convertido en una pesadilla de relaciones públicas en un momento en que las petroleras son observadas con suma atención después del derrame de BP en el Golfo de México el año pasado.
Los grupos ambientalistas no demoraron en alabar la decisión judicial.
«El veredicto de culpabilidad de hoy en Ecuador envía un mensaje fuerte y claro: es hora de que Chevron limpie el desastre que tiene en Ecuador», señaló un comunicado de Rainforest Action Network.
Los inversionistas, sin embargo, no le prestaron mucha atención al dictamen. Las acciones de Chevron subieron 1.3 por ciento en la Bolsa de Nueva York para cerrar en 96.95 dólares.
El juez Nicolás Zambrano dictaminó que Chevron tiene que pagar 5 mil 400 millones de dólares para restaurar suelo contaminado; mil 400 millones de dólares para crear un sistema de salud para la comunidad; 800 millones de dólares para tratar a los enfermos afectados por la polución y mil millones para sanear las fuentes de agua, ayudar a la recuperación de las especies nativas, etc.
Chevron también debe pagar al Frente de Defensa de la Amazonía, una coalición de los demandantes, un 10 por ciento adicional en daños, unos 860 millones de dólares.
Fuente: Reforma.com, Negocios.
Reportero: Ángel González.
Publicada: 15 de febrero de 2011.