En el mundo de la responsabilidad social también hay lugar de vez en cuando para las situaciones jocosas. Hace apenas unos días, se dió a conocer la noticia de que un oso negro incursionó tantas ocasiones en un sitio donde se cultivaba ilegalmente marihuana, que sus dueños decidieron huir de la zona.
Cuando la policía llegó, halló envases de comida abiertos y desparramados por todas partes, latas que tenían marcas de dientes de oso, y otras huellas de la presencia del animal en un terreno de cultivo de marihuana en el condado de Garfield, en Utah.
«Ese oso, definitivamente, tiene la mentalidad de un policía», dijo Danny Perkins, alguacil del condado de Garfield. «Si pudiese encontrarlo, lo nombraría mi ayudante».
Según el oficial, en el operativo, se descubrieron cuatro mil bolsas de marihuana y 888 retoños de plantas.
«Ese oso en particular al parecer obligó a huir a los cultivadores de marihuana», dijo Perkins. «Nuestro condado es tan firme en la lucha contra las drogas que hasta los animales silvestres han decidido participar en la acción.»
No cabe duda… la responsabilidad social está en todas partes.