Por: Mauricio Ramírez Cuesta
Cuando estabas empezando a hacer esfuerzos para que el mundo pensara que TÚ eres diferente, que no eres el tipo egocéntrico que parecías al festejar TUS goles; cuando estabas dejando de hacer declaraciones estúpidas como la joya que mandaste al decir que el mundo te envidiaba porque eras rico, guapo (sic) y un gran jugador de fútbol, o como cuando al final de una temporada te autocalificaste con un 10 y al resto de TU equipo lo calificaste con un dígito menor, y así varias de tus declaraciones y reacciones tanto en cancha como fuera de ella.
Te dieron el Balón de Oro como mejor jugador del mundo, harto debatible, y tuviste la tranquilidad de aceptarlo y no “volarte”, actuaste tranquilo, lo presentaste a tus compañeros y afición de forma plausible, pero en verdad aunque la mona se vista de seda, mona se queda… nomás no cambias en verdad.
En la Final de la Champions League que TU equipo ganó gallardamente, gracias al esfuerzo colectivo de varios de tus compañeros y tuyo mismo, pero principalmente al corazón de gigante de Sergio Ramos, las piernas de acero de Bale y los 4 pulmones de Di María, en el mismo partido, obtuvimos muy poco de tu parte, apenas para decir que estuviste en el juego.
Eso sí, metiste un gol, el 4° que no representaba ya nada, ya que el partido estaba ganado y el equipo contrario totalmente exhausto, pero fiel a tu forma de ser, festejaste como si tu gol fuera decisivo, como si en verdad hubiera pesado en el marcador y no solo eso, te quitaste la playera para que el mundo viera que sí vas al gimnasio festejando de forma totalmente desmedida.
CR, ¿no te ha quedado claro ni a ti ni a la gente de tu entorno que tus formas no encajan en un mundo en el que cada vez queremos tener más héroes dentro y fuera de la cancha?, queremos héroes deportivos que envíen mensajes de calma en el triunfo y la derrota, de garra, de lucha, de superación, de deportivismo y esa parte nomás no la entiendes.
Hay marcas a las que encantarás con ese tipo de demostraciones –contadas-, pero sí te puedo decir que las que cuidan su imagen y sus esfuerzos sustentables probablemente se vayan alejando de ti en medida que dejes de ser un espectáculo en la cancha y créeme, eso pasará más pronto que tarde y tu reputación e imagen será la que se mantendrá, yo me pregunto ¿quién querrá mantener una relación de trabajo contigo como la que mantiene adidas con Zidane o Beckham o la de Nike con Michael Jordan?
Como mercadólogo, trataría de sacarte todo el provecho que pueda ahora que estás en boga, pero al minuto mismo que dejes de ser un ícono de uno de los 2 equipos más relevantes del mundo, empezaría a exigirte otras formas para seguir trabajando con la empresa, porque los valores que estás representando no son los que el nuevo mundo está teniendo ni esperando.
Así que tú sigue así, sigue imaginando que eres el mejor jugador del mundo, que todavía habrá gente que te lo crea; yo creo que eres como el 4° o 5° mejor jugador del mundo, aunque muy lejos del top 2, pero si contemplamos los valores que exhibes cada partido, hay muy pocos que sean peores que tú.
Por último quiero mandar una felicitación a toda la comunidad madrilista por el triunfo de su Décima Champions League lograda, nada fácil y ganada con muchos pantalones, ¡Enhorabuena!
Mauricio Ramírez Cuesta
Trabajo con el deporte y el marketing; me he especializado en el cruce de estos con la responsabilidad social y la sustentabilidad. Estoy convencido de que en el deporte también se gana creando valor.
Licenciado en Marketing por la Universidad Anáhuac y MBA. Soy profesor y conferencista en Sports Marketing.
Twitter: @sports_mau email: [email protected]