Uno de cada cinco mexicanos en pobreza padece obesidad, lo que representa 9 millones de personas, según estimaciones de Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán.
Las cifras resultan de cruzar la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 en los dos quintiles de ingresos más bajos, con el crecimiento de la población que reporta el Censo de Población y Vivienda 2010.
El académico, quien realiza un estudio sobre alimentación en las comunidades más pobres del País, atribuyó el incremento de la obesidad entre los pobres a la falta de acceso a alimentos de calidad.
«¿Qué está comiendo la población más pobre del País? Entre 1992 y el 2006, los tres primeros deciles de ingresos cambiaron la dieta de cereales, frijoles y un poco de azúcar por alimentos chatarra, porque les daban energía y se conseguían a bajo costo. Nuestros adultos obesos de hoy, con diabetes, son los niños que abandonamos hace 40 años, que sobrevivieron a la desnutrición pasando a la grave epidemia de la obesidad», advirtió el académico.
«¿Qué haremos en la próxima década, cuando los niveles de diabetes incrementen en esta población o quienes no saben que la padecen sean diagnosticados y demanden la atención?», cuestionó.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política, en el 21 por ciento de localidades rurales del País no se expenden frutas de manera regular y en el 13 por ciento sucede lo mismo con las verduras. El mismo organismo recomendó a las tiendas Diconsa modificar los productos que se ofrecen, pues son poco saludables.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) menciona que el nivel de obesidad en México es de 29 por ciento mientras que en la población pobre, perteneciente a los dos quintiles de menores ingresos, es del 20 por ciento.
En el 2006, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ya alertaba sobre el incremento de la obesidad a un ritmo más acelerado en los pobres que en los no pobres, datos que podrían ser confirmados en los resultados de la Ensanut 2010, que está próxima a presentarse.
«La obesidad está aumentando entre la población de bajos ingresos a mayor velocidad que entre la población con altos ingresos. Los programas de distribución de alimentos deben considerar dicha realidad y deben incluir entre sus objetivos la prevención de obesidad en los beneficiarios», se indica en la encuesta de hace 4 años.
Dado que la Ensanut 2006 dividió a la población en quintiles de ingreso y la Encuesta Nacional de Nutrición de 1999 en zona rural y urbana, no hay un parámetro definido para comparar el incremento de la obesidad en los pobres y no pobres.
Sin embargo, explicó Ávila, se podría hacer un cálculo al equiparar a la población rural con la que está en pobreza. De esta manera, la obesidad en los pobres-rurales creció un 90 por ciento entre 1999 y 2006, frente a la no pobres-urbanos, que creció a un 60 por ciento en el mismo periodo.
Ávila manifestó que México no ha podido garantizar la nutrición de la población ya que, si bien ha reducido el nivel de desnutrición, se ha incrementado el sobrepeso.
«La desnutrición ha disminuido a expensas de la sobrealimentación», explicó el académico.
No obstante, acotó que el País tardará 80 años en erradicar la desnutrición por el rezago que hay entre la población indígena.
Fuente: Reforma.com, Nacional.
Reportero: Daniela Rea.
Publicada: 21 de abril de 2011.
