El veterano profesor de biología de Harvard, venerado conservacionista y autor ganador de dos premios Pulitzer, Edward O. Wilson, falleció el domingo en Burlington, Massachusetts. Tenía 92 años.
Conocido como el «padre de la biodiversidad«, Wilson fue el principal mirmecólogo o experto en hormigas del mundo, y pasó gran parte de su vida defendiendo la protección del planeta y de las especies que lo habitan. Por sus tenaces esfuerzos, se ganó un lugar en la historia entre los más célebres héroes de la conservación, como Henry David Thoreau, John Muir, Aldo Leopold y Jane Goodall.
La Fundación E.O. Wilson para la Biodiversidad anunció su muerte en su página web:
El santo grial de Ed era el puro placer de la búsqueda del conocimiento. Sintetizador implacable de ideas, su valiente enfoque científico y su voz poética transformaron nuestra forma de entendernos a nosotros mismos y a nuestro planeta.
Su regalo fue una profunda creencia en las personas y en nuestra determinación humana compartida de salvar el mundo natural.
Paula J. Ehrlich, directora general y presidenta de la fundación.
Edward O. Wilson
Nacido en Birmingham (Alabama), Wilson se sintió atraído por el mundo natural desde pequeño. Sin embargo, un accidente de pesca a los 7 años le dejó ciego de un ojo. Con su capacidad limitada para ver y estudiar aves y mamíferos, Wilson se centró en los insectos, especialmente en las hormigas.
Escribió extensamente sobre los insectos y sus hábitos sociales, y fue fundamental para descubrir cómo las hormigas utilizan las feromonas, o señales químicas, para comunicarse. A partir de su trabajo con las hormigas desarrolló el concepto de sociobiología, la idea de que los comportamientos sociales de las especies, incluidos los humanos, son producto de la evolución.
Wilson estudió biología en la Universidad de Alabama y se doctoró en la Universidad de Harvard en 1955. Al año siguiente se incorporó a la facultad de Harvard, donde permaneció durante cuatro décadas. Desde su jubilación hasta su muerte, Wilson siguió ocupando el puesto de profesor emérito.
Además de cientos de artículos técnicos, Wilson es autor de más de 30 libros. Fue un best seller del New York Times y ganó dos veces el Premio Pulitzer de no ficción general, primero en 1979 por «On Human Nature» y de nuevo en 1991 por «The Ants».
En los años que precedieron a su muerte, Wilson defendió lo que denominó «media tierra»: la idea de que los seres humanos pueden salvar al mundo natural de una sexta extinción masiva reservando el 50% del planeta para su conservación. Es el tema de su último libro, Half-Earth: La lucha de nuestro planeta por la vida.
Wilson argumentó que, a menos que los humanos actúen rápidamente para proteger la biodiversidad, la mayoría de las especies de la Tierra se extinguirán.
La biodiversidad es el tejido entrelazado de nuestras vidas. Al cuidarla, nos estamos cuidando a nosotros mismos.
Edward O. Wilson, biólogo estadounidense.
Incluso cuando el mundo se esfuerza por afrontar la creciente crisis climática y de la biodiversidad, Wilson mantiene la esperanza en el futuro.
Nos estamos volviendo verdes. Es verde pastel, pero sigue siendo verde.
Edward O. Wilson, biólogo estadounidense.
A Wilson le sobrevive su hija, Catherine. Su esposa, Irene, murió en agosto.
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