“La gente suele opinar que los hombres no estamos a la altura” dice Luis Quesada, empresario especializado en energías renovables y papá soltero desde hace diez años. En dos meses más su esposa cumplirá 11 años fallecida.
Luis es padre de dos hijos: un joven de 17, fruto de su primer matrimonio, y una niña de 12, huérfana de madre. Para él ha sido difícil ser padre soltero y más aún educar a una niña desde pequeña.
Más allá de lo que dicen otros padres solteros, para Luis el mayor reto está en las necesidades de la niña: “mi hija a veces percibe que no soy lo afectuoso o cariñoso que ella quisiera, sobre todo porque es una persona cuyo lenguaje del amor dominante es el contacto físico y el mío es el tiempo de calidad”.
Según las últimas cifras del INEGI y del Consejo Nacional de Población (Conapo), en México 796 mil hogares son encabezados por un hombre, de ellos 259 mil son separados o divorciados, 42 mil sufrieron algún abandono y 495 mil son viudos.
Y sí, los padres solteros que son responsables del cuidado, manutención y crianza de sus hijos enfrentan múltiples retos —al igual que las jefas de familia— desde los relacionados con el trabajo, hasta aquellos que penden de la propia cultura.
Ya lo dijo Luis: “a pesar de que las personas ya son más amables al felicitarme por los resultados que he logrado criando a mi hija como padre soltero, cuando la gente recién conoce la situación suele expresar o hacer cara de ‘pobrecita, sin mamá no es igual’”.
Eso no es todo. De aquellos 796 mil hombres que cuenta el INEGI dependen más de un millón y medio de niños, según la misma institución, y muchos de ellos ni siquiera son hijos biológicos…
Ese es el caso de Jesús, editor de un reconocido diario en México. Él es padre de tres hijos, dos jóvenes de 20 y 25 años y una niña de cinco. La madre de la pequeña murió hace tres.
Jesús no es el padre biológico de la pequeña. Ella es fruto de la relación que su ex esposa tuvo después de separarse de él. Sin embargo, el padre biológico no quiso hacerse cargo de la niña. “Yo no soy su verdadero padre, pero si es hermana de mis hijos, también es mi hija”.
Además la presión social que sufren los padres solteros —precisamente para dejar de serlo— es una constante…
A Jesús el amor se le ha dificultado, según me cuenta. “Lo que gano no me alcanza para andar con otras personas. O es tu familia o es ella. Cuando me separé de mi esposa, yo andaba con otra chica y cuando falleció me tuve que reintegrar a mis hijos, entonces perdí la parte amorosa. Esa persona quedó tan enojada que ya ni me habla”.
A Enrique García, por ejemplo, sus amigos y la mayoría de sus familiares le dicen que busque una imagen materna para su hija. El problema es que él no se siente listo para ello. “¿Debo buscarle ya imagen materna a mi hija o esperarme?” Se pregunta.
En foros y grupos de Facebook estos hombres comparten algunas de sus vivencias. La mayoría dice estar orgulloso de su condición y de criar a sus hijos sin necesidad de una madre. Otros cuentan las adversidades que vivieron al pelear la custodia y el shock que les causó. Los menos, piden consejos de educación.
Mauricio Medina cuenta que la madre de su hijo lo dejó cuando el pequeño tenía apenas un año de vida. El bebé aún no caminaba y tomaba pecho, pero ella decidió abandonarlos porque decía que “no era feliz”.
A sus 19 años Mauricio vivía bajo condiciones de vulnerabilidad: era padre soltero y la edad no le ayudaba. Mucho menos su situación emocional. “Desde que se fue, no sabes lo que pasé. El bebé lloraba en las noches y yo estaba devastado, con mi ego de hombre en los suelos y con un hijo en los brazos”.
Fuente: Animal Político