Erika Barón
A casi dos meses de permitir registros, la plataforma del Padrón de Integridad Empresarial (PIE) cuenta con 600 empresas que comenzaron su registro y al menos 200 de ellas ya cumplen con todas las obligaciones legales y morales que estipula la “certificación voluntaria”.
Anunciado hace más de un año, en agosto de 2019, y luego pospuesto a principios de este 2020, el Padrón fue finalmente presentado por la Secretaría de la Función Pública (SFP) el pasado 25 de septiembre, con el objetivo de promover el compromiso ético de trabajadores y proveedores del gobierno federal, fortalecer el Estado de Derecho y eliminar la corrupción en México.
Nació como una iniciativa incluida en el Proyecto del Presupuesto 2020 para la promoción de la honestidad y su cumplimiento al interior de toda organización y a lo largo de su cadena de suministros.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la corrupción, el soborno, el robo y la evasión impositiva cuestan anualmente alrededor de 1.26 billones de dólares a los países en desarrollo.
Cabe mencionar que las disposiciones que cubre este distintivo están alineadas con el recién firmado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en particular en sus capítulos 13, de Licitaciones y Compras Públicas; 24, de Medio Ambiente; 25, de Mipymes; 26, de Competitividad, y 27, de Anticorrupción.
Este último capítulo, el 27 del T-MEC, establece explícitamente que los tres Estados firmantes se comprometen a promover la transparencia, el acceso a la información, el buen gobierno, la integridad de funcionarios, el estado de derecho, y también eliminar el cohecho y la corrupción, nacional e internacional.
Además, el PIE se alinea con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 global y a los 10 principios del Pacto Mundial que promueve la ONU, entre los que destaca la lucha contra la corrupción.
Entre los requisitos para obtener esta “certificación voluntaria”, como llama la SFP al Padrón, se encuentran guías anticorrupción, sistemas de control, códigos de ética, vigilancia, auditorías y procedimientos de denuncia anónima.
Aunado a dichos requisitos, las empresas también tendrán que cumplir con otros aspectos morales como estar al corriente con las obligaciones fiscales, de seguridad social o laboral, no tener sanciones vigentes por parte de alguna dependencia o entidad de la administración pública federal y no encontrarse en una controversia jurídica por corrupción.
Durante la presentación de esta iniciativa, Carlos Villalobos, director de Vinculación con el Sector Empresarial de la SFP, informó que una vez que las empresas culminen su inscripción obtendrán el “Distintivo de Integridad Empresarial”, cuya vigencia será de dos años, aunque cada año la dependencia notificará las actualizaciones que surjan.
Cabe destacar que el Padrón pretende promover la participación voluntaria y por ello los procedimientos se aplicarán bajo el principio de la buena fe y apego al marco normativo vigente, pero será de carácter voluntario por lo que la autoridad no podrá exigir su cumplimiento.
El Padrón nació con el fin de promover la integridad de las empresas que colaboran con el gobierno federal, no obstante, las autoridades que encabezan la iniciativa puntualizaron que cualquier corporativo podrá aplicar a este registro, sin importar si tiene o no una relación con el gobierno.
Las empresas que se hagan acreedoras al Distintivo de Integridad Empresarial podrán recibir puntos a favor en licitaciones, los cuales serán definidos por las unidades compradoras de cada dependencia con la finalidad de fomentar la cultura de la legalidad y facilitar la participación de empresas íntegras en contrataciones públicas.
Para lograr una mayor participación, Villalobos afirmó que se buscará la firma de convenios con cámaras, confederaciones y asociaciones del sector privado a fin de promover la participación de empresas en este padrón.
“Con estas medidas las empresas podrán transitar sobre estos temas, ayudarán a tener mejores prácticas sobre el tema a través de programas preventivos que den mayor certeza a los participantes”.
¿Cómo me registro?
A través de la plataforma digital http://padron.apps.funcionpublica.gob.mx/, los interesados ya pueden realizar su registro a través de campos estratificados de información, donde deberán ingresar nombre, correo y contestar formularios divididos en cinco módulos y un auto-diagnóstico.
El registro consta de ingresar los datos generales de la empresa en cuestión y validar el cumplimiento de las obligaciones fiscales con cada dependencia del gobierno federal, para después aprobarlas en caso de ser positivas.
Sin embargo, el director de Vinculación con el Sector Empresarial de la SFP, aseguró que el incumplimiento de alguna obligación no representa ninguna sanción, pues la plataforma da 90 días de gracia para ponerse al corriente con éstas en caso de querer continuar con el procedimiento.
“Este registro se debe hacer por convicción, no por penalización”, resaltó.
Los módulos también contemplan la implementación un programa de integridad para los trabajadores, es decir, una guía descargable de las buenas prácticas empresariales que contribuyan a construir una sociedad más justa.
También contiene materiales, tutoriales e infografías para comunicar a las empresas temas relacionados con la RSE, y estas a su vez puedan transmitir a sus trabajadores valores en materia de intereses, igualdad de género o de no discriminación.
Algo importante es que todos los documentos necesarios en cada módulo del registro al Padrón de Integridad Empresarial se encuentran en el sitio oficial, por lo que no será necesario cotejar cada requerimiento en las diferentes dependencias.
Detalló que para generar los cinco módulos se realizaron formularios a cargo de las cámaras empresariales, la academia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Embajada Británica, entre otras.
Esta plataforma también contiene los documentos necesarios para que las empresas alineen sus valores con una política de integridad, además de herramientas para que cada corporativo realice una “auto auditoría” de sus programas y evalúe los niveles de riesgo que tienen en cada área.
“Al final del registro se generará un código QR, el cual será la puerta de entrada de las licitaciones y englobará toda la información concentrada que le permitirá al comprador agilizar los registros de cada licitación”, detalló Carlos Villalobos.
El funcionario agregó que la finalidad será tener una ventanilla única, pues hay mucha “difuminación en la información” en materia de Responsabilidad Social Empresarial en el país.
“La idea es seguir permeando para que no solo esté en el gobierno federal, sino que baje a los estados e incluso a los municipios”.
