Toyota aceptó pagar 10 millones de dólares a los familiares de un policía que falleció junto a su familia en California en 2009, en un accidente provocado por la aceleración descontrolada de su vehículo, revelaron documentos publicados este jueves.
Toyota alcanzó en septiembre un acuerdo fuera de la corte con los familiares del oficial de la patrulla de vías de California, Mark Saylor, su esposa, su hija y su cuñado quienes murieron en agosto de 2009 al estrellarse en San Diego mientras conducían un vehículo modelo Lexus.
Los detalles del acuerdo se mantuvieron en secreto, pero el lunes un juez permitió que se publicara el contenido del expediente del caso a pedido del concesionario Lexus donde fue adquirido el automóvil y varios medios de comunicación locales.
«Toyota y los familiares (de las víctimas) alcanzaron un acuerdo privado amistoso, en un marco de respeto mutuo y cooperación sin implicación de las cortes», indicó Toyota, que enfrenta una demanda federal por la distribución y venta de vehículos defectuosos.
«Por lo tanto nos decepciona que el contenido de este acuerdo se haga público ahora, en contra de los deseos expresados por estas familias y Toyota», dijo el gigante automotriz en su primera reacción a la revelación de los términos del acuerdo.
Una llamada al número de emergencia 911 -colgada en youtube- deja en evidencia que el conductor, Saylor, intenta desesperadamente controlar su vehículo que tiene «el acelerador pegado», grita al pedir ayuda en una grabac ón que termina cuando la familia se estrella.
El accidente conmovió a la opinión pública estadounidenses e ilustró los problemas mecánicos de varios modelos de Toyota, que se vio obligado a retirar millones de vehículos del mercado.
El martes, Toyota anunció que pagará más de 32 millones de dólares a la agencia estadounidense de seguridad en las rutas (NHTSA) para poner fin a dos investigaciones en su contra.
Fuente: Reforma.com
Publicada: 23 de diciembre de 2010.
