El obispo de Roma ha utilizado su poder de convocatoria para hablar sobre los derechos humanos de las mujeres y desigualdad de género, temas inconclusos a nivel mundial, pues a pesar de los avances en materia de equidad de género, el Fondo Económico Mundial (FEM) estima que si seguimos avanzando al ritmo actual, tendríamos que esperar 131 años más para eliminar la brecha de género actual.
Por ello, el papa Francisco aprovechó para pedir a sus fieles oración por temas relacionados con la equidad de género y solicitar a los gobiernos que trabajen en favor de los derechos humanos de las mujeres. Te contamos cuáles fueron sus demandas.
Derechos humanos de las mujeres: un llamado a los gobiernos
En los videos que el papa Francisco grabó para su iniciativa de la Red Mundial de Oración, cuya finalidad es “movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia”, el sumo pontífice propuso como tema del mes las plegarias por los derechos de las mujeres e hizo un llamado a que los gobiernos trabajen en la materialización de los mismos en cada parte del mundo. El mandatario solicitó a los estados que:
“se comprometan a eliminar leyes discriminatorias en todas partes y a trabajar para que los derechos humanos de las mujeres estén garantizados”
Además, el líder religioso denuncia las diversas injusticias que viven miles de mujeres en algunos países en los que aún no tienen permitido poner un negocio, ir a la escuela, vestir como les plazca o evadir las mutilaciones genitales que son parte de las legislaciones de ciertos lugares. El papa señaló la incongruencia entre la realidad y las palabras:
“De palabra todos estamos de acuerdo en que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad como personas. Pero en la práctica eso no ocurre”
Papa Francisco: se necesita respeto para avanzar
El pontífice hizo hincapié en que para asegurar los derechos humanos de las mujeres y que puedan ser una realidad en esta y las futuras generaciones es necesario respetar a las mujeres, respetar su dignidad y derechos ya que “Si no lo hacemos, nuestra sociedad no avanzará”.
Lamentablemente, en muchos países del mundo el respeto a la dignidad y derechos humanos de las mujeres no es parte de la realidad ni parte de la legislación. Aún hay países que impiden a las mujeres ejercer los derechos más básicos:
- En Burkina Faso todavía hay niñas que son obligadas a desposarse.
- En Sierra Leona todavía se permite la mutilación femenina.
- En Jordania las mujeres están bajo la tutela de un hombre, por lo cual no tienen libertad de tránsito sin su consentimiento, entre otras violaciones a su libertad.
- En Siria, las mujeres no pueden participar en la vida política del país.
- En Pakistán, aunque el voto es un derecho constitucional, los representantes de ciertas comunidades utilizan costumbres machistas para impedirles votar.
- En Afganistán, la fotodetección es obligatoria para poder votar, sin embargo, las mujeres no pueden descubrir su rostro en lugares públicos, lo que entorpece que ejerzan su derecho.
Todas estás leyes atentan contra la dignidad de las mujeres y coartan su libertad de elección. En este sentido, el llamado del papa Francisco nos recuerda que hay varios temas pendientes en materia de equidad de género y derechos de las mujeres que urge resolver. Los países que se han sumado a los ODS 2030 deberán trabajar arduamente en estos rubros de manera que la reducción de desigualdades y equidad de género pueda ser también una realidad en los países donde las mujeres parecen no ser sujetos de derechos.
¿Vaticano inclusivo?
El también jefe de Estado, ha conminado a los gobiernos a cambiar las leyes que permiten situaciones discriminatorias en contra de las mujeres, una importante tarea pendiente a nivel global. Sin embargo, la ciudad estado del vaticano también enfrenta retos en materia de igualdad de género.
Lucetta Scaraffia, fundadora del suplemento femenino del Osservatore Romano considera que las reformas del pontífice son sólo “cosméticas” y esconden una mentalidad machista según la cual las mujeres “deben servir sin pedir nada a cambio”. También denuncia la “esclavitud moderna” que viven las empledas del Vaticano y otros lugares donde dirige algún religioso, tales como cocinar, lavar la ropa y limpiar, sí como las violencias sexuales que sufren las mujeres religiosas en el mundo y que muchas veces terminan en abortos. Además, la Iglesia Católica Romana aún no permite a las mujeres ejercer el sacerdocio o participar en ciertos rituales religiosos.
Destellos de equidad de género
No obstante, podemos señalar algunos avances en diversidad e inclusión social que se han logrado en los últimos años en el Vaticano. Entre las reformas podemos destacar el nombramiento de Alessandra Smerilli como la primera en ocupar el cargo de secretaria (número 2) de un dicasterio, equivalente a un ministerio. Por otra parte, Barbara Jatta, es la primera mujer en ocupar el cargo como directora de los museos de la Santa Sede. Las mujeres ahora pueden participar en el nombramiento de obispos y en ceremonias como el “lavado de pies”. Además, se estima que desde que el papa Francisco tomó el cargo el número de mujeres en puestos de responsabilidad se multiplicó por tres.
Aunque se reportan algunos avances de equidad de género en el Vaticano, todos estos son cambios por demás incipientes y que reflejan la honda raíz patriarcal del estado que, como muchas, se había tardado en reformar a favor de las mujeres. Todavía no se ha hecho suficiente, pues en esta pequeña ciudad una mujer no podría ser jefa de estado a pesar de que su mandatario llama a modificar las leyes que discriminan a las mujeres.