En otro acto de tipo humilde, como los que han marcado los primeros meses de su pontificado, el Papa Francisco llamó ayer a la integración de los homosexuales en la sociedad, al indicar que, incluso como líder de los 1,200 millones de católicos del mundo, no tiene derecho a “juzgar” a los gays.
“Si una persona es gay y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? No deben ser marginados”, manifestó Francisco durante una conferencia de prensa que tuvo lugar a bordo de su vuelo de regreso a Roma de Brasil.
Los comentarios, que fueron recibidos con especial entusiasmo por los católicos gays y liberales, fueron en respuesta a las preguntas de reporteros que viajaban a bordo del avión sobre las acusaciones de corrupción dentro de un “lobby gay” de sacerdotes en el Vaticano.
“Cuando alguien se encuentre con una persona así, deben hacer la distinción entre ser una persona gay y formar parte de un lobby. Ningún lobby es bueno, eso es algo malo”, indicó Francisco, según una transcripción de sus declaraciones publicada por el National Catholic Reporter”.
“El problema no es tener esta tendencia (a la homosexualidad). Todos necesitamos ser hermanos”, agregó.
Mientras muchos comentaristas puntualizaron que nada de lo que dijo Francisco cambia la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad, muchos de ellos también percibieron un cambio importante de tono, que se centra en la misericordia de Dios a los pecadores y no en el pecado.
La conferencia de prensa fue la primera vez en la que Francisco abordó temas sociales polémicos, como la homosexualidad, durante su papado. Pese a que llamó a los católicos a mostrar “un gran respeto” por los homosexuales, su predecesor, el Papa Benedicto XVI, también supervisó la publicación de un documento en el que se llamaba a las inclinaciones homosexuales “desordenadas” y llamó a los hombres con “profundas” tendencias homosexuales a ser excluidos del sacerdocio.
Aunque Francisco también comentó sobre el papel de la mujer en la Iglesia, el banco del Vaticano, y muchos otros temas de alto perfil y otros tantos más superfluos, sus declaraciones sobre la homosexualidad en general y los sacerdotes gays, en particular, generaron una reacción en cadena entre los católicos.
“El breve comentario del Papa sobre los homosexuales revela una gran misericordia”, afirmó el reverendo James Martin, un influyente comentarista católico de EU. “Esa misericordia, por supuesto, proviene de Jesucristo. Y nunca podemos tener suficiente. Las declaraciones del Papa están en línea con el catecismo, que enseña que los homosexuales deben ser tratados con respeto, compasión y sensibilidad”, abundó.
Fuente: El Economista.
